Tres izquierdas para una circunscripción

Una primavera, hace 25 años, Alain Geismar recorría las calles del Barrio Latino al frente de uno de los fenómenos políticos más difundidos del siglo: Mayo del 68. Hoy tiene despacho en ese mismo barrio, en el Ministerio de Educación, calle de Grenelle, y se presenta como candidato del Partido Socialista (PS) en un barrio obrero de las cercanías de París, en Arcuell, Val-de-Marne, una circunscripción en la que Georges Marchais, el veterano secretario general del Partido Comunista Francés, sale elegido como diputado desde hace 20 años.Pero ya nada es igual. Las barricadas de mayo son sólo un recuerdo y la hegemonía comunista en la periferia ha dejado ser realidad. Un candidato de Los Verdes, Alain Lipletz, ex militante del Partido Socialista Unificado y responsable del programa económico de los ecologistas, disputa a Marchais y a Geismar el escaño.

Estas tres trayectorias de izquierda se disputan algo más que una circunscripción. Entre los tres suman el 60% de los votos de la circunscripción, lo que hace especialmente incierto el resultado. En la segunda vuelta, generalmente, quedan los dos más votados, en duelos de signo izquierda / derecha. Pero también ocurre que puede haber segundas vueltas con tres e incluso cuatro candidatos si éstos alcanzan el 12,5% de los votos y no desisten en favor de otro candidato afín mejor situado.ç

Marchais, que puede ser derrotado en su territorio -lo que tendría para él consecuencias graves-, se enfrenta a una situación delicada. Puede verse obligado a una negociación con el PS para salvar su escaño, del que depende su carrera política.

Geismar, y los socialistas en consecuencia, deberán elegir entre la alianza con los rojos o con los verdes. El pasado o el futuro. Geismar, que apoya la propuesta de Michel Rocard de proceder a una amplia reorganización de la izquierda, agrupando en un nuevo partido a ecologistas, radicales, humanistas, socialistas y comunistas, no tendrá más remedio que optar. Lipietz, por su parte, tendrá que repensar la consigna de los ecologistas -"Ni izquierda ni derecha"- si quiere acceder a la Asamblea Nacional. En caso de que no se pongan de acuerdo, el escaño puede ir a parar al candidato de la derecha Daniel Richard, de la Asamblea para la República.