La hermosa y pacífica fusión de dos culturas
El articulista defiende en este texto el restablecimiento en Puerto Rico del idioma inglés, al igual que el español, como idioma oficial. Puerto Rico es un pueblo con su cultura propia, que utiliza el español como idioma materno pero que también es consciente de la necesidad de dominar el idioma de su ciudadanía americana.
En mi condición de ex gobernador de Puerto Rico y miembro de la Asamblea Constituyente que redactó nuestra Constitución en 1952, y presidente fundador del Partido Nuevo Progresista, hoy partido de Gobierno, me siento en la obligación de escribir estas líneas, dirigidas al pueblo español, para clarificar los hechos que han culminado recientemente con la firma del proyecto de ley número 1, que restablece el idioma inglés, al igual que el español, como idioma oficial de Puerto Rico, tal cual estuvo en vigor hasta 1991.Esta situación en la que ambos idiomas -el español y el inglés- eran idiomas oficiales fue respetada por todos los partidos que ocuparon el poder en Puerto Rico desde aquella fecha y fue respetada también por la Asamblea Constituyente de 1952, por voto casi unánime, en la que estaban representados todos los partidos políticos con más de un 95% de los votos del país.
La razón para que la Asamblea Constituyente mantuviese esta condición fue por el reconocimiento de los que participamos en la misma, aceptando la realidad histórica de Puerto Rico.
Desde que fue cedido por España a Estados Unidos en 1898, Puerto Rico se ha venido desenvolviendo como un pueblo con su cultura propia, que utiliza el español como idioma materno, asegurando la continuidad de sus tradiciones y costumbres, manteniendo vivas las raíces de sus expresiones artísticas, pero que está consciente de la imprescindible necesidad de dominar el idioma inglés, que es el idioma de su ciudadanía americana, y mediante el cual nos comunicamos con los 250 millones de conciudadanos nuestros en los 50 Estados, así como con nuestro Congreso y Gobierno federal, para la garantía de nuestros derechos políticos y civiles, así como la garantía de nuestras libertades.
Las puertas del progreso
Esta fusión hermosa y pacífica de dos culturas en Puerto Rico les ha abierto las puertas del progreso a los puertorriqueños y les ha permitido aspirar con pleno derecho constitucional, por razón de su ciudadanía americana, a ser incorporada en igualdad política con los 50 Estados de la nación americana, con representación en el Congreso y voto por el presidente, ideal programático del partido que yo fundé en 1968.
Nuestra Constitución se redactó hacienco eco de esta realidad al consignar en su preámbulo: "Que consideramos factores determinantes en nuestra vida la ciudadanía de los Estados Unidos de América y la aspiración a continuamente enriquecer nuestro acervo democrático en el disfrute individual y colectivo de sus derechos y prerrogativas; la lealtad a los postulados de la Constitución federal; la convivencia en Puerto Rico de las dos grandes culturas del hemisferio americano...".
La ley de 1991 que acabamos de revocar, aprobada por el Partido Popular Democrático, violó estos principios de nuestra Constitución y fue rechazada en un referéndum en diciembre de 1991. Luego, en la elección del 3 de noviembre de 1992, en la que el pueblo de Puerto Rico eligió al nuevo Gobierno con el mandato de que derogara esta ley de 1991, tal cual se ha hecho.
Como se verá por estos hechos históricos, en Puerto Rico no se ha atentado en momento alguno contra el idioma español, que se ha conservado con tal pureza y aprecio que importantes representantes de España que nos han visitado han señalado que es en Puerto Rico donde mejor español se habla en América. Y ésa es la determinación del pueblo de Puerto Rico. Pero es también nuestra firme determinación hablar el inglés, que es hoy el idioma universal de la ciencia y la tecnología, con la fluidez necesaria para gozar a plenitud de los derechos de nuestra ciudadanía americana.
fue gobernador de Puerto Rico y es presidente del Partido Nuevo Progresista.
Babelia
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