Un pilar de la cultura balear
La muerte de Josep Maria Llompart ha venido a enlutar el mundo cultural mallorquín -y catalán en general- en un momento en el que una larga serie de homenajes reunía en torno a su figura a todos los sectores de la sociedad balear, desde los -más populares a los más académicos, para expresarle, con un enfervorizado Grácies, Llompart! (el eslogan que presidía todos los actos) el agradecimiento de todos por su larga dedicación al cultivo, la defensa y la promoción de la lengua y la cultura catalanas.La iniciativa del homenaje había salido' de un numeroso grupo de entidades cívicas y culturales encabezadas por la Obra Cultural Balear (de la que Llompart fue socio fundador hace 30 años y presidente en los años difíciles y apasionantes de 1976-1982), y había obtenido inmediatamente la adhesión del pueblo balear y de sus instituciones, y muy pronto la del resto de la comunidad lingüística catalana. La muerte se ha llevado a este gran hombre de 67 años, de cuyas obras y compañía esperábamos gozar aún largamente. El Grácies' Llompart! vibrará ahora dolorido, pero aún con más intensidad.
Primera fila
Llompart era en estos momentos el patriarca de la cultura en Mallorca. Más que su poesía -que le valdrá sin duda un lugar importante en la historia de la literatura catalana-, es su actividad cívico-cultural, de difusión y promoción de la lengua y la cultura catalanas, y su ejemplo de firmeza y solidaridad, lo que hace de él una de las figuras más importantes del siglo XX en Mallorca. Desde las tertulias literarias clandestinas de los años cuarenta, ha estado siempre presente y en primera fila en todas las actividades cívicas y culturales catalanas: miembro activo del Secretariat del Diccionari en Mallorca en los años cincuenta (en intensa colaboración con los de Cataluña y Valencia), colaborador de Sanchis Guamer y luego su sucesor en el papel de mentor y guía de jóvenes escritores, asesor literario y director de colecciones de la Editorial Moll desde 1959 hasta su jubilación hace dos años; personaje clave del Congrés de Cultura Catalana (1965-1977) y del Segon Congrés Internacional de la Llengua Catalana (1986), miembro del Consejo Asesor de Cultura del Gobierno balear de la preautonomía, presidente de la Associació Catalana d'Escriptors, y ahora de Llull (federación de asociaciones culturales de Cataluña, Mallorca y la Comunidad Valenciana)... no es posible imaginar lo que sería hoy Mallorca culturalmente sin su dedicación constante, sin la firmeza con que ha defendido siempre sus convicciones nacionalistas.Llompart es el ejemplo viviente de que un nacionalismo firme no implica cerrazón, sino arraigo en la propia tierra y el propio pueblo, en la propia identidad nacional, con apertura a otras nacionalidades y culturas. Ahora nosaltres sols, amb tota la mort teva, reprendrem el camí, como lo reempréndimos, en palabras suyas, tras la muerte de la poeta Celia Viñas.
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