Nuevas investigaciones apuntan que la sífilis existía en Europa antes del descubrimiento de América
Las marcas en huesos humanos de la América precolombina y de Europa recientemente de cubiertas por los científicos pueden ser la clave de uno de los misterios de la historia de la medicina: ¿dónde se originó la sífilis, y cómo y por qué irrumpió con virulencia epidémica en Europa a finales del siglo XV? Las últimas pistas se encuentran en los huesos descubiertos en un cementerio de una antigua colonia griega en el sur de Italia y en dos esqueletos recientemente examinados en Inglaterra. Ambos hallazgos probarían la presencia en Europa antes del descubrimiento de América de la bacteria que causa la sífilis.
Importantes pruebas circunstanciales habían culpado durante mucho tiempo a las tripulaciones de Cristóbal Colón y a otros exploradores del Nuevo Mundo de importar la sífilis a Europa. Dado que los primeros casos reconocidos claramente en el Viejo Continente se produjeron justo después de su regreso, se dedujo que habían contraído la infección a causa de relaciones sexuales con mujeres indias y que después extendieron la epidemia de vuelta a casa.Una hipótesis opuesta mantiene que la sífilis se originó a principios de la evolución humana, y existía como tal en distintos pueblos a lo ancho del mundo. Según eso, la enfermedad venérea existía en Europa desde siempre, pero quizás se confundía con la lepra. Una confluencia de tendencias sociales y económicas, más que la vuelta de los marineros, explicaría, según esta interpretación, la expansión de la epidemia en Europa hacia el año 1500.Frecuente en América
Pero el peso de las pruebas en los últimos años había favorecido hasta ahora la hipótesis colombina. El examen de miles de esqueletos de cementerios prehistóricos en América reveló las marcas de lesiones en los huesos que demostraban que la infección que causaba la sífilis debía de haber sido corriente y muy extendida mucho antes de 1492, aunque probablemente se manifestaba de una forma leve, y no venérea, como la frambesia, mejor conocida como plan en el mundo hispánico.
Sin embargo, ahora un cementerio del sur de Italia ha proporcionado la evidencia de que merece la pena reemprender la polémica. Especialistas en paleopatología afirman que muchos de los cráneos, huesos nasales, piernas y dientes encontrados muestran los destrozos característicos de la bacteria llamada treponema pallidum, causante de la sífilis por transmisión sexual.
El cementerio, descubierto en un olivar cercano a la antigua ciudad de Metaponto, ocupada por los griegos desde el año 600 hasta el 250 antes de Cristo, fue excavado por el doctor Joseph C. Carter, un arqueólogo clásico de la Universidad de Austin (Tejas). El análisis de los datos que los esqueletos suministran sobre la salud de la colonia ha sido dirigido por el doctor Maciej Henneberg y Renata Henneberg, anatomistas de la Universidad de Witwatersrand, en Johanesburgo.
El doctor Donald J. Ortner, antropólogo del Smithonian Institute, que acaba de volver de examinar dos esqueletos en Inglaterra, dice que los resultados obtenidos por los Henneberg no deberían sorprender, en vista de lo que él ha encontrado. Afirma que los dos esqueletos datados antes de 1420 contenían el tipo de daño óseo causado por treponematosis, un grupo de enfermedades, entre las que se incluye la sífilis y la frambesia o plan. Algunas de las lesiones óseas son "clásicamente sifilíticas", asegura. "Cada vez hay más y más pruebas de que la treponematosis existía en Europa antes de Colón", dice Ortner.
La bacteria que origina la sífilis no se distingue de las responsables del plan, aunque causa síntomas diferentes y se contrae por diferentes vías. Sólo la sífilis es de transmisión sexual, mientras que el plan es una infección típica de zonas rurales deprimidas, que se contagia por contacto involuntario y causa inflamaciones duraderas en las piernas y en los brazos. Con el tiempo, esta infección ataca los huesos, dejando cicatrices similares a las de la sífilis.Huesos de hace 4.000 años
La causa favorable al origen americano de la treponematosis ganó un fuerte apoyo hace cuatro años, cuando el doctor George J. Armelagos, un antropólogo físico de la Universidad de Florida, y la doctora Brenda J. Baker, ahora en la Universidad de Tufts, publicaron los resultados de una extensa investigación sobre esqueletos tanto del nuevo como del Viejo Mundo. Citaban descubrimientos que mostraban casos claros de infección treponemal en huesos suramericanos de hace 3.000 y 4.000 años.
Según la hipótesis del doctor Armelagos, si la enfermedad en América era contraída fundamentalmente durante la infancia, las personas serían inmunes en el momento de alcanzar la madurez sexual, pero podrían transmitírsela a los europeos, que carecían de dicha inmunidad. Esto podría explicar el brote de sífilis en Nápoles en 1495 y su rapidísima expansión por Europa hasta la India, a donde llegó en 1497.
Por el contrario, el doctor Alfred W. Crosby, historiador de la universidad de Tejas, sugiere que la sífilis ya existía en Europa, probablemente diagnosticada erróneamente como lepra. Incluso el. término bíblico lepra podría referirse a la sífilis. El rey David sufría punzadas de dolor y sus "costados estaban llenos de una enfermedad terrible". Él mismo sospechaba de Betsabé. Según esta interpretación, los repentinos brotes de sífilis a finales del siglo XV tuvieron lugar por el incremento de viajes en el continente y por los edictos papales que cerraban leproserías. Acaso enfermos portadores de infección de la sífilis eran así puestos en libertad, extendiendo el mal.
Ahora los restos de los 272 individuos del cementerio de Metaponto pueden haber dado un vuelco a la investigación en favor de la hipótesis precolombina.
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