La Junta de Andalucía confirma que los montaditos de pringá estaban contaminados
El Gobierno de Moreno no contempla el cierre del local en el que se intoxicaron al menos 44 personas al no haberse detectado “riesgo en las condiciones de higiene”
Los análisis de la muestra de pringá que la Junta de Andalucía tomó para comprobar el origen de la intoxicación de, al menos, 44 personas han confirmado la presencia de Clostridium prefingen, un microorganismo contaminante. Las muestras se recogieron de los restos congelados de esa pasta que fueron elaborados artesanalmente en la taberna cordobesa La Sacristía y que sirvió en montaditos el pasado 4 de enero. Pese a confirmarse que el foco de la intoxicación se hallaba en este local, el Gobierno de Juan Manuel Moreno ha decidido mantener abierto el establecimiento al no haberse detectado “ningún riesgo en las condiciones de higiene”, indican fuentes de la Consejería de Salud consultadas por este diario.
El Clostridium prenfingen es un microorganismo ambiental que se encuentra en el intestino de los seres humanos y de los animales domésticos. También se localiza en el suelo, en el agua y contaminando los alimentos, cuyo consumo puede causar una enfermedad caracterizada por diarrea y dolor abdominal, indica la Consejería de Salud en el comunicado en el que confirma la contaminación de la pringá. “Es una bacteria que se encuentra en el ambiente, puede encontrarse en el polvo, por ejemplo”, explica José Juan Rodríguez, profesor titular de Nutrición y Bromatología por la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro de la Sociedad Española de Seguridad Alimentaria.
La concentración hallada en las muestras analizadas es de 2,5x10⁵ ufc/g, una cantidad “muy elevada”, según señala el experto. “Esta bacteria solo crece sin oxígeno y con una exposición al calor continuada, así que para que se encuentre en una concentración tan elevada ha debido ser envasada al vacío y haberse mantenido a una temperatura ambiente, es decir, sin haberse conservado en frío, de lo contrario es muy difícil que de forma natural se haya dado una concentración de 10⁵”, sostiene.
La intoxicación se produjo el pasado 4 de enero. Los 44 asistentes a un cumpleaños donde se sirvió la comida preparada en La Sacristía sufrieron vómitos y mareos durante la madrugada siguiente. Una de las asistentes, una mujer de 63 años que había comido montaditos de pringá, murió dos días después, si bien la consejera andaluza de Salud, Rocío Hernández, descartó que hubiera una relación causa-efecto con la intoxicación. Aunque tres de los comensales precisaron atención médica a lo largo de los siguientes días, la Junta de Andalucía asegura que la primera denuncia por una posible intoxicación no se recibió en las oficinas de Salud y Consumo de Córdoba hasta el pasado lunes 13 de enero y que las muestras, una vez se constató que el origen común de las infecciones era el montadito de pringá, no se tomaron hasta dos días después.
Sin embargo, algunos de los intoxicados que se han puesto en contacto con la organización de consumidores Facua ofrecen una versión distinta. Han aportado un correo fechado el viernes 10 a las 16.20 de la tarde en la que se alerta de una posible intoxicación alimentaria por la ingesta de montadito de pringá. Desde Facua, su secretario general, Rubén Sánchez, ha acusado a la Junta de negligencia por haber dejado transcurrir tres días desde la recepción de esa comunicación hasta su lectura. Un tiempo vital para la investigación del origen de la infección porque, de acuerdo con la normativa alimentaria, los hosteleros solo tiene la obligación de mantener muestras de productos que hayan servido a más de 30 comensales siete días y cuando se tomaron las muestras habían pasado 11 desde que los montaditos se consumieron. “Es un tiempo precioso el que se perdió. Debemos creer que las muestras que se analizaron el 15 de enero fueron del material que se sirvió el 4″, señaló Sánchez.
Desde Facua también apuntan a incumplimientos en el protocolo de la Junta de Andalucía para toxi-infecciones alimentarias por parte de los dos hospitales privados que atendieron a alguno de los afectados, respectivamente, y que, de acuerdo con esa normativa, estaban obligados a comunicar a la administración esos casos de posible intoxicación. En los informes de alta de dos pacientes que fueron atendidos en el Centro Médico Quirúrgico San Juan de Dios, el 5 y el 8 de enero, respectivamente, se hacía constar la intoxicación con pringá, según informó Sánchez. Y el Hospital de la Cruz Roja, donde falleció la mujer que también asistió al cumpleaños, también conocía por sus familiares que había comido ese elaborado. La organización ha presentado esta mañana dos denuncias contra esas entidades por incumplimiento de la Ley de Salud Pública andaluza.
El dueño del establecimiento trató de desviar la atención sobre el foco de la intoxicación, asegurando que ese mismo día había servido hasta 100 montaditos de pringá a otros clientes y que no les había pasado nada y que, en el cumpleaños se habían traído tartas que no habían sido suministradas por su local. Sin embargo, este diario pudo contactar con un grupo de 14 personas que acudió la noche del 4 a la taberna y de los que 12 de ellos acabaron con vómitos y malestar. La Junta también los entrevistó y constató, tal y como aseguró la consejera, que había más personas que habían ingerido ese producto. Con Facua se pusieron en contacto otros dos grupos independientes de los que 10 personas en total también acabaron afectados.
Con todo, la Consejería de Salud y Consumo ha decidido mantener abierto el local y tampoco va a clausurarlo ahora que se ha confirmado que el origen de la infección está en la pringá. “El local se ha inspeccionado y los inspectores no han detectado un riesgo en las condiciones de higiene y manipulaciones en el establecimiento”, indican las fuentes de Salud consultadas. “Según lo investigado el brote se debe a circunstancias concretas acotadas a ese alimento”, añaden y recalcan que la investigación sigue abierta y se está siguiendo el protocolo establecido. “Se continúa con la tramitación y recopilación de documentación necesaria: informes sanitarios, propuestas del Distrito… Toda la documentación se remitirá a la sección de procedimientos para valoración del expediente sancionador y será el instructor quien, a la luz de los informes, valore qué gravedad incoa”, indican los interlocutores consultados.
Paralelamente a la investigación de la Junta, la Fiscalía también ha abierto diligencias preprocesales de carácter civil sobre estos hechos “por la repercusión pública” de la noticia, según informó el viernes pasado en un comunicado.
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