El Gobierno aprueba un plan para consolidar a España como potencia alimentaria
El objetivo de la Estrategia Nacional es garantizar la seguridad alimentaria, sostenibilidad y aumentar las exportaciones
El Consejo de Ministros ha dado luz verde este martes a la Estrategia Nacional de Alimentación (ENA). El plan busca consolidar a España como potencia alimentaria, garantizar la producción, sostenibilidad, revitalización de las zonas rurales y mejorar la nutrición de la población. “Es la primera vez en 50 años que España aborda un ejercicio integral de análisis y planificación en materia alimentaria”, ha asegurado la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, durante la rueda de prensa posterior al Consejo.
La ENA se articula en torno a tres grandes desafíos que, según el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, marcan el rumbo no solo de la política nacional, sino de la posición de España en el panorama alimentario global. El primero de ellos es garantizar que el país cuente con la producción suficiente de alimentos. La pandemia y la guerra en Ucrania han evidenciado la vulnerabilidad de Europa en los sistemas alimentarios. En ese contexto, se pretende aumentar la capacidad productora y también exportadora —España es el cuarto exportador agroalimentario de Europa y el séptimo del mundo—. Desde el ministerio de Agricultura, insisten en que se trata de “un objetivo estratégico que se sitúa en las prioridades de la nueva Comisión Europea, constituida a finales de 2024″, y que su puesta en marcha pretende anticiparse a cualquier medida que se produzca en este marco.
Como segundo objetivo, la ENA pretende garantizar la sostenibilidad de la producción. El campo enfrenta desafíos relacionados con el cambio climático, como la escasez de agua, el aumento de las temperaturas y la erosión del suelo. Las pérdidas de cosechas como consecuencia de estos fenómenos atmosféricos obligan, según el ministro, a modernizar los sistemas de regadío, el desarrollo de semillas resistentes a la sequía mediante nuevas técnicas genómicas y la transición hacia una producción más sostenible.
La estrategia también busca proteger las zonas rurales y fomentar el relevo generacional. Con un récord en renta agraria en 2024 ―creció un 14% en 2024, rozando los 38.000 millones―, el Gobierno cree que es fundamental garantizar la rentabilidad de las explotaciones, aumentar los salarios y mejorar la reputación del sector agroalimentario para que más gente joven se quiera dedicar al campo. Por otra parte, la ENA pretende fomentar una educación alimentaria. Se recogen medidas para mejorar la información disponible para los consumidores a través del etiquetado y garantizar la veracidad de la información que se emite en las campañas de marketing.
El ministerio de agricultura ha insistido en que la elaboración de la ENA ha sido consensuada con el resto de actores a través de distintas reuniones llevadas a cabo en 2024. No obstante, asociaciones como Coag consideran que su aprobación es “incompatible” con el reciente acuerdo del 6 de diciembre suscrito entre la Unión Europea y los países de Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela), que a su juicio “destruye la agricultura y ganadería local”. En concreto, el sector teme que la progresiva rebaja de los aranceles entre ambas partes permita la entrada de productos agrarios a menores precios y con menores estándares de calidad. Además, insisten en que se deben concretar medidas para reducir los altos costes de producción, los bajos precios pagados en el campo y una política de seguros donde la solución a las cuentas de las aseguradoras por la alta siniestralidad no sea solo aumento de primas y rebaja de coberturas.
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