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El doctor Spock crea una polémica en EE UU, al desaconsejar la leche animal para los bebes

Decir que la leche es mala para los niños es como descubrir de repente que el agua es mala para las plantas. Desde que un comité médico, integrado entre otros por la máxima autoridad pediátrica norteamericana, el doctor Benjamin Spock, alertó a las madres sobre los peligros de criar a sus hijos con leche animal, las amas de casa ya no se atreven a decir con tanta convicción aquello de "no te vas a jugar hasta que no te bebas todo el vaso".

"La leche de vaca es buena para los terneros, pero no para los niños, y debemos dejar de beberla esta misma tarde, explicó taxativamente un día de finales de septiembre el director pediátrico de la Universidad, John Hopkins, Frank A. Oski. Junto a él el doctor Spock, cuyo libro para criar y educar a los niños es la obra más vendida en Norteámerica después de la Biblia y también en Europa, levantaba cartones de leche forrados con letreros en los que se leía: "Anemia", "Enfermedades cardiacas" y "Diabetes" como ejemplos de complicaciones que el consumo del producto lácteo podría causar.En resumen, el comité desaconsejaba totalmente que se diera leche animal a los niños menores de un año y recomendaba que se sustituyera el producto lácteo por otros vegetales con las mismas vitaminas, como el brécol o el pescado, a partir de esta edad. Además los doctor1s que se oponen al consumo de leche argumentaban que se podían encontrar residuos de antibióticos que habían sido suministrados a las vacas, aunque el porcentaje de posibilidades ni siquiera alcanzaba el 1%.

Contraataque

Desde que esta revolucionaria teoría amenazó con cambiar el producto de consumo básico de los niños, lobbies de influencia dé Washington como el que defiende a los productores de leche se han puesto en marcha para reducir el impacto de aquella conferencia de prensa. La Unión de Asociaciones de la Industria Láctea emitió un comunicado en el que animaba a sus socios a acudir a los medios de comunicación para refutar las alegaciones de los médicos antileche.Según las instrucciones del lobby, en primer lugar se debía cuestionar la credibilidad de los médicos contrarios al producto lácteo (que, en su opinión, está integrada por defensores radicales de los derechos de los animales); en segundo lugar, se debía explicar que los estudios que relacionan la leche con la diabetes infantil y alergias no son concluyentes ni generalmente aceptados. Por último, el grupo de industriales lácteos reconocía que "a pesar de que la leche humana o sucedáneo es más recomendable para niños menores de un año, la leche sigue siendo un importante nutriente para niños de más de 12 meses de edad".

Este mismo criterio era compartido por la Asociación Médica norteamericana (AMA), que emitió también un comunicado declarando su "alarma" por la teoría contra la leche.

La AMA denunciaba que la asociación médica que se opone al consumo de leche animal en el primer año de vida representa tan sólo el 0,005% del total de médicos norteamericanos, y que una de sus principales cabezas, Neil Barnard, es consejero científico de una organización llamada Gente para el Tratamiento Ético de los Animales, que protege la un grupo terrorista conocido como el Frente de Liberación Animal", según la AMA.

Al final, tal y como viene ocurriendo desde hace 50 años, los norteamericanos volvieron su mirada en busca del famoso doctor Spock para buscar una respuesta concluyente a la polémica sobre cómo alimentar correctamente a sus hijos. En unas declaraciones al Washington Post, el médico, de 89 años, que después de defender el consumo de leche en las distintas ediciones de su libro ha dejado de consumir productos lácteos, puntualizó su postura: "No puedo decir que no deben beber leche, lo único que creo es que no es necesario".

El doctor, conocido por su pasional oposición a las armas nucleares y a la guerra de Vietnam, que le condujo a su detención cuando trataba de saltar la valla de Cabo Cañaveral para protestar contra los misiles, acabó explicando que los padres deben consultar a su pediatra antes de dar por supuesto que cuanta más leche beban sus hijos, mejor para ellos.

Para algunos medios profesionales, los médicos vegetarianos han tratado de utilizar al doctor Spock para dar credibilidad a sus teorías, entre las que figura la propuesta de que la multinacional McDonald's ofrezca hamburguesas de brécol para consumo infantil.

Finalmente, el doctor Spock no quiso comprometerse públicamente a prohibir que se alimente a los niños con leche animal, una declaración que, de haberse producido, hubiera afectado considerablemente al consumo de leche en Estados Unidos. Por algo, millones de norteamericanos han sido criados de acuerdo con las pautas del legendario libro de Benjamin Spock.

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