Vitalidad
La acción de Pepe Espaliú no terminará con la entrada en el Centro Reina Sofía el 1 de diciembre. Esa tarde habrá una conferencia y un debate en el que participarán dos de los principales miembros de Act Up, la agrupación intemacional contra el sida: John Greenberg y el artista Robert Atkins."John Greenberg es uno de los fundadores de Act Up y uno de los fundadores del primer club de terapias alternativas, una de las personas más activas que jamás he conocido en este campo y uno de los que más nos han ayudado a nivel ideológico, a mí y a muchos otros", explica Espaliú. "Él tiene una concepción de la enfermedad totalmente holística. Piensa que la enfermedad es algo más que un simple virus que afecta a tu organismo, y esa forma de asumir tu enfermedad positiva y enérgica en él está dando resultados palpables. Lo ha mantenido en vida hace 10 años y de una manera muy activa e intensa. Por eso yo insisto muchísimo en que es importante un estado mental de ese tipo, en que, en contra de una estructura que tiende a mostrar a los enfermos de sida como unos apestados que están en trance de muerte, hay que mostrar los de otra manera. Hay que hacer que el enfermo de sida se mire a sí mismo y no se avergüence de ello".
"Creo que esa actitud también se puede mostrar por medio del trabajo, continuando con lo que has hecho siempre, tu vida y tu profesión. No se trata sólo de que la sociedad tenga una serie de pautas de conducta específica con respecto a los enfermos, sino de que ellos puedan seguir con sus actividades. Es la mejor forma de ayudarlos. La peor, desde luego, es recluirlos en alas de infecciosos en hospitales donde si tú no te estás muriendo, el de al lado sí, y eso te afecta mucho psíquicamente. Habría que tender a algún tipo de asistencia domiciliaria, que es. lo que más ayuda en estos casos".Voluntad
Para este artista, la gravedad de la enfermedad que sufre le ha hecho cambiar de actitud ante el mundo, la vida y su propia, capacidad creativa. "Muchas veces se ha dicho que la enfermedad te ayuda a ver el mundo de otra manera, y creo que es cierto", continúa Espaliú. "El estar afectado por algo así puede enriquecerte a nivel de creación personal. También te enriquece a nivel humano. Me asombra ver hasta qué punto los pacientes de sida somos capaces de autoengañarnos y hasta qué punto el animal humano es un animal de voluntad. Cómo gente que está en estado absolutamente terminal te sigue hablando de sus proyectos. Esa especie de negativa a la asunción del destino es maravillosa. A nivel creativo, eso puede producir obras de una calidad que sin la presencia de la gravedad que la enfermedad implica no se hubieran producido".
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