"El Ministerio de Cultura es la superconsejería de Madrid"
Las difíciles relaciones con el Ministerio de Cultura; las interminables obras del Auditorio; la polémica sobre el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona; la inestable situación del Liceo, con una ampliación aún por definir... El consejero catalán de Cultura, Joan Guitart, repasa los temas principales que debe afrontar su departamento, en unos momentos de flaqueza de ingresos que parecen acentuar las tensiones. Guitart es partidario de la desaparición del Ministerio de Cultura y considera que éste "actúa como gran impulsor de las obras que se hacen en Madrid, es como una superconsejería de Madrid".
Pregunta. ¿Qué diagnóstico hace de la situación cultural en Cataluña?Respuesta. La lengua y la cultura siempre han estado en el centro del planteamiento político de Cataluña. La gente es más consciente de eso que de participar en acontecimientos culturales o, con una expresión que no me gusta, de consumir cultura. No obstante, las ceremonias de apertura y clausura de los JJ OO han revalorizado el aprecio ciudadano hacia la cultura de expresión catalana, porque se hicieron con la inteligencia suficiente para conjugar las tendencias más vanguardistas con las de raíces tradicionales.
P. ¿Cómo considera las relaciones con el Ministerio de Cultura?
R. Seguimos reclamando el cumplimiento de acuerdos firmados durante la etapa del ministro Semprún [antecesor de Jordi Solé Tura]. Nosotros hemos invertido mucho en cultura porque la Administración central no lo había hecho antes. Eso Semprún lo entendió, y me gustaría que este mismo espíritu presidiera el diálogo de ahora.
P. El ministro Solé Tura se refirió en recientes declaraciones a la existencia de una cultura nacional española y criticó los nacionalismos periféricos.
R. Me parecía que la aceptación de la realidad cultural española como plurinacional, plurilingüística y pluricultural era un hecho. Por lo menos así lo entendió el ministro anterior. Eso es importante que lo digamos todos, porque si se dice únicamente desde Cataluña cabe la sospecha de que sea un discurso interesado.
El ministro y la fiesta
P. En Cataluña se producen actos de intransigencia. Un ejemplo es no invitar al ministro a la Nit de Santa Llúcia, fiesta tradicional de las letras catalanas.R. Creo que una cosa es lo que dice o hace un ministro y otra es lo que una entidad privada decide hacer. Hay muchas entidades que no me invitan a mí a sus actos. Todo el mundo tiene derecho a invitar a quien quiera.
P. ¿Sigue pensando que no tiene sentido la existencia de un Ministerio de Cultura?
R. Lo que hace el ministerio lo puede hacer una secretaría de Estado. La mayoría de las autonomías tienen competencias en cultura. El ministerio actúa como gran impulsor de las obras que se hacen en Madrid, es como una superconsejería de Madrid.
P. Hablemos de planes concretos. El Auditorio de Barcelona, cuyas obras atraviesan un momento difícil, no cuenta aún con un consorcio que lo rija.
R. La aportación del ministerio no llegaba. Y ello ha provocado la paralización de las obras. En cuanto al patronato único que deberá regir la futura Orquesta Ciudad de Barcelona -Sinfónica de Cataluña- y también el Auditorio, se constituirá en las próximas semanas.
P. Sin embargo, no hay un proyecto artístico definido para ese proyecto.
R. A diferencia del Museo de Arte Contemporáneo (MACB), que se construye al tiempo que se discuten sus contenidos, en el caso del Auditorio aprovechamos la coyuntura. Existía un plan de auditorios del ministerio que decidimos aprovechar porque sólo teníamos el Palau de la Música, que en la actualidad acoge 320 conciertos al año. Construir un nuevo auditorio respondió más a un deseo de que no pasara esa oportunidad que a una necesidad del momento.
El Liceo
P. En el Liceo tampoco parece que haya demasiado debate de contenidos. Se habla de ampliación, de piedra, de expropiaciones, pero muy poco de un proyecto artístico.R. Nuestra primera preocupación fue abordar el déficit, y ya hay acuerdo para resolverlo. Sobre el presente y el futuro del Liceo, creo que en estos años se ha notado un avance considerable. El problema del Liceo es que siempre que se habla de él los costes son extraordinarios y al final se acaba discutiendo cómo solucionar el presupuesto del año que viene.
P. Uno de los temas que más polémica han suscitado en, los últimos días es el relativo al MACB, que ha enfrentado a dos de los tres integrantes del consorcio -Ayuntamiento y Generalitat- con la Fundación MACB, constituida por empresarios. El conflicto radica en el periodo en que debe arrancar la colección permanente del MACB. Generalitat y Ayuntamiento sostienen que debe ser de los años cuarenta, y la fundación de los ochenta. Se ha acusado a la Generalitat y al Ayuntamiento de Barcelona de querer estrangular a la sociedad civil en el caso del MACB.
R. Hay obligaciones que corresponden a los gobiernos. Hacer que los bienes sean asequibles a los ciudadanos es obligación del Gobierno. La colaboración de la sociedad en estas actividades es buena. Eso pensamos en el caso del MACB.
Creo que la sociedad civil elige a los gobiernos para que gobiernen, no para mandar en los gobiernos. Usted puede colaborar con los gobiernos, pero no pasar por encima de ellos. Pueden criticamos, pero no mandamos.
P. Otro gran proyecto es el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).
R. Si se consiguiera que el Ayuntamiento participara en una tercera parte igual que ahora el ministerio, haríamos un esfuerzo extraordinario. En el proyecto de presupuesto hay una previsión de aval de 3.000 millones que aportaríamos si ellos hicieran lo mismo. Todas las inversiones se ralentizarán con motivo de unos presupuestos restrictivos.
Babelia
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