Alumnos de un colegio gallego no van a clase por sospechar que un compañero tiene sida

Los 450 alumnos del colegio público de O Foxo, en La Estrada (Pontevedra), no acudieron ayer a clase por la presencia en el aula de preescolar de un niño de cuatro años que suponen que es portador del virus del sida. La decisión fue tomada el pasado viernes en una asamblea de la asociación de padres de alumnos (APA) del centro.

El pequeño Alejandro García, de cuatro años, comenzaba este año a ir a clase en la unidad de preescolar del colegio de O Foxo. Sus padres están separados y el niño vive en el pueblo con su madre.Desde hace tiempo ha corrido por el pueblo el rumor de que Alejandro es portador del virus del sida. La madre sostiene que el certificado médico entregado en la dirección del centro cuando se formalizó la matrícula indica que el niño puede ser escolarizado, aunque advierte que debe tener cuidado "de no hacerse sangre". Según los padres de los otros alumnos, una hermana de Alejandro ya falleció a causa del sida y su padre está enfermo.

Profesor de apoyo

Representantes de las consejerías de Sanidad y Educación de la Xunta de Galicia trataron la pasada semana de convencer a los padres de que la presencia de Alejandro en el aula no suponía ningún riesgo para sus hijos. Sin embargo, el viernes, los niños de preescolar ya no acudieron a clase, y posteriormente la asamblea de la APA decidió hacer extensiva esta medida a todos los niveles educativos, por lo que el centro permanece sin actividad.Algunos padres de alumnos han indicado que estarían dispuestos a enviar de nuevo a sus hijos a clase si la Xunta destina en el centro un profesor de apoyo que se encargue del cuidado de Alejandro en horas no lectivas. "Reconocemos los derechos que tiene el niño. La necesidad que tiene de no ser discriminado y de estar rodeado de cariño en todo momento. Pero debe tenerse en cuenta el contexto sociocultural y el temor que existe a esta enfermedad, tan poco conocida en el mundo rural", declaró ayer el presidente de la APA, Salvador Barros, a la emisora autonómica Radio Galega.

Barros afirmó que los padres han consultado con médicos, quienes les explicaron que existe un riesgo de contagio "aunque sea mínimo". "No es una cuestión de discriminar. Los padres de alumnos son gente muy noble, pero también con un nivel cultural muy determinado", agregó.

El presidente de la APA culpó a las autoridades educativas del conflicto. Según Barros, éste podría solucionarse si se organizasen "unas charlas donde médicos, psicólogos y sociólogos explicasen este asunto a la gente". Los padres de alumnos también sostienen que el resto de los niños que acuden al colegio le tienen miedo a Alejandro y "se escapan al verle".

Por su parte, la dirección ha afirmado que nunca pondrá ningún impedimento para escolarizar a cualquier niño que haya presentado su certificado médico en regla, como es el caso de Alejandro García.