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GUERRA EN LOS BALCANES

La Cruz Roja inicia la inspección de los campos

La presión internacional comienza a dar sus frutos. Mientras el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se dispone a dar vía libre, probablemente hoy, a una intervención militar en Bosnia-Herzegovina de objetivo humanitario, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) confirmó ayer en Ginebra que el martes pudo al fin iniciar la visita a los centros de detención serbios en la república de la antigua Yugoslavia, sobre los que se multiplican los testimonios de atrocidades.

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La inspección fue propuesta por las autoridades serbias de Bosnia, tras diversas presiones internacionales, incluidas las de la Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). La organización ha confirmado que esta semana 60 camiones con ayuda humanitaria no han tenido problemas para cubrir sus trayectos a las zonas afectadas desde Zagreb, Belgrado y Split. En total, 169 toneladas de ayuda han llegado en los últimos 10 días."Son preferibles los convoyes por carretera a los puentes aéreos, tanto por el coste como por la cantidad que se puede transportar", aseguró un portavoz de la ACNUR. "Actualmente, prevemos aumentar la flota de camiones disponibles a 150, siempre y cuando las condiciones de acceso a las zonas más afectadas se mantengan. Ya empezamos a sentir la necesidad de asistencia técnica para dirigir este enorme despliegue logístico".

En Ginebra se inicia hoy, por otra parte, la sesión extraordinaria de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, para tratar sobre la situación en la antigua Yugoslavia. Ayer se alcanzó el quórum de 27 Estados de los 53 que forman la comisión. Será una reunión histórica, la primera vez que la comunidad internacional utiliza este instrumento desde que la Asamblea General lo creara, a principios de año, pese a las primeras reticencias de los países árabes, que vieron truncada una solicitud similar de la Liga Árabe el mes pasado para tratar de las violaciones de los derechos humanos en los territorios árabes ocupados por Israel.

La reunión, que presidirá el húngaro Pal Solt, prevé condenar las graves violaciones masivas de los derechos humanos en las repúblicas de la antigua Yugoslavia. Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Alemania están preparando un texto, y se nombrará además a un relator especial para investigar la situación en el conflicto yugoslavo, principalmente en Bosnia-Herzegovina, aunque tal vez se busque una formulación indirecta para no acusar frontalmente a Serbia.

Entre los nombres que destacan como grandes candidatos para dirigir la misión de investigación sobre las atrocidades, incluida la limpieza étnica, figuran el ex ministro de Exteriores alemán, Hans Dietrich Genscher, y el también ex jefe de la diplomacia de Irlanda, Jerry Collins. La misión de investigación deberá presentar un informe completo en el plazo de 15 días.

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Simultáneamente, un portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja confirmó que los delegados del CICR han podido iniciar las visitas a los campos de detención, según lo propuesto por el líder serbio de Bosnia, Radovan Karadzic, y exigido desde el comienzo del conflicto por la Cruz Roja. El primer centro de detención visitado fue el de Trnopolje, en la región bosnia de Banja Luka, uno de los denunciados por las ejecuciones sumarias y masivas.

Según Cristina Fedele, portavoz del CICR, es aún imposible determinar el número de centros que se visitarán, así como las condiciones de detención, pero es "alentador" este primer paso. La Cruz Roja es tajante en la aplicación de sus principios, según el cuarto convenio de Ginebra: visitas sin testigos a los detenidos y nuevas inspecciones sin previo aviso. "La labor del CICR en los campos", añadió, "es una parte importante de nuestra tarea, pero no la única, ya que proseguimos en el intento de socorrer a los desplazados, aportar asistencia humanitaria directa y ayudar a los 19 hospitales que carecen de material quirúrgico y médico".

La Cruz Roja mantiene negociaciones permanentes en Ginebra y sobre el terreno para ampliar las visitas a otros campos. "Esperamos las garantías de seguridad necesarias para dirigirnos a Bijeljina, otro centro de detención en el que tenemos gran interés. Pero esto es sólo el principio," añadió Fedele.

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