Un método para la restauración

Cuando apenas ha terminado la colocación de los andamios para proceder a sujetar las piedras con más riesgo de desprendimiento, ya han surgido las primeras opiniones divergentes sobre cómo debe ser el proyecto de restauración total del acueducto de Segovia.Para el ingeniero Aurelio Ramírez, autor del proyecto de consolidación, ejecutado entre 1970 y 1974 -que consistió en el cosido de los arcos superiores con bullones (pieza de metal en forma de cabeza de clavo) recubiertos de resina-, aquella obra fue adecuada, y ahora, entre otros aspectos, se debe repasar la impermeabilización del monumento con el empleo de resinas elásticas.

Arqueólogos y miembros de la Academia de San Quirce consideran, sin embargo, que la resina inyectada entonces fue perjudicial para el acueducto y opinan que todo el material que se emplee en la restauración de ahora debe ser reversible y que, sin dañar la piedra, se pueda quitar en cualquier momento.

El portavoz socialista en el Ayuntamiento segoviano, Javier Reguera, ha denunciado un excesivo protagonismo" de algunas instituciones, como la Junta de Castilla y León, gobernada por el PP, que, a su juicio, puede ser un obstáculo para abordar una actuación integral en el monumento. Reguera es partidario de la firma de un convenio entre las administraciones regional y central, a través de los ministerios de Cultura y Obras Públicas, con el apoyo de otras instituciones europeas, "porque la obra va a ser un proceso de muchos años y de mucho dinero", matizó.

Mientras, el portavoz del CDS, Antonio Cámara, tras decir que tiene la sensación de que el acueducto va a estar envuelto entre andamios durante mucho tiempo, ha señalado que, teniendo en cuenta que la intervención en 1970 ha sido muy cuestionada por diversos expertos, tanto por el empleo de resinas como por el taladro de las piedras de granito para introducir los bullones, el proyecto de restauración debe ser muy meditado para que "luego no haya arrepentimientos".