EE UU secuestró el año pasado a dos "narcos" colombianos en Venezuela

Policías norteamericanos de la brigada antidroga (DEA) secuestraron el año pasado en Venezuela a dos narcotraficantes colombianos, que ahora esperan juicio y largas condenas en Estados Unidos. La detención y salida del país de los delincuentes se produjo a espaldas de las autoridades venezolanas. El ministro de Exteriores, general Fernando Ochoa Antich, ha dicho que va a protestar enérgicamente por tamaña violación de la soberanía venezolana. El presidente Carlos Andrés Pérez guarda silencio.

El mutismo de Pérez es tanto más sorprendente por cuanto él fue uno de los primeros en protestar contra la decisión del mes pasado del Tribunal Supremo norteamericano que legalizaba el secuestro de personas con cuentas pendientes con la justicia estadounidense. La sentencia fue el fallo a la apelación contra su secuestro de 1989 presentada por el médico mexicano Humberto Álvarez Machaín, implicado en el asesinato, cuatro años antes, de Enrique Camarena, una agente de la DEA.Los agentes de la DEA que actuaban en Venezuela se hicieron en febrero del año pasado con los narcos colombianos Jorge Ignacio Restrepo y Julio Rebolledo: les detuvieron en él aeropuerto Simón Bolívar del litoral caraqueño y se los llevaron a EE UU, donde ahora esperan juicio acusados de narcotráfico.

La Embajada de Colombia dice haber enviado a principios de este año una nota a la cancillería venezolana solicitando el esclarecimiento del secuestro. El ministro de Exteriores venezolano, general Ochoa Antich, ha dicho que emitirá una enérgica protesta ante EE UU en caso de comprobarse que efectivamente hubo secuestro. "No podemos aceptar que se viole la soberanía de Venezuela", señala.

Hasta ahora, el presidente Pérez no ha dicho nada al respecto, a, pesar de haber sido el primer mandatario latinoamericano, en condenar la decisión del Supremo norteamericano. Estos dos casos elevan ya a cuatro los de secuestro por la DEA que han trascendido.

El Gobierno de Carlos Andrés Pérez se está enfrentando a una rápida serie de escándalos vinculados al narcotráfico y a los militares. Otra sorpresa se destapó el pasado fin de semana, cuando la División de Inteligencia Militar anunció la captura del teniente Raúl Álvarez Bracamonte, al que mostró a la prensa vestido de civil y con él cabello pintado de rojo a lo punk. El pasado 1 de marzo, el joven Álvarez Bracamonte asaltó el fuerte Tiuna, sede del Ministerio de la Defensa, y robó 60 metralletas y notable cantidad de munición, lo que fue revindicado por el golpista teniente coronel Hugo Chaves, cuando EL PMS lo entrevistó en su celda del, cuartel San Carlos.

En la captura de Álvarez Bracamonte se sospecha que intervino la asesoría de la policía norteamericana, que, según informaciones no oficiales, cuenta en estos momentos en Venezuela con entre 300 y 500 agentes pertenecientes al Buró Federal de Investigación (FBI), a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y a la DEA para combatir a narcos y posibles fuerzas subversivas.

Entretanto, las manifestaciones estudiantiles en protesta por la represión policial y el alza de las tarifas del transporte público se suceden sin pausa. Un policía resultó gravemente herido el martes de un tiro en la cabeza y ayer se enfrentaron nuevamente los alumnos de enseñanza media con la policía por la muerte hace días de otro estudiante. Los incidentes se saldaron con varios heridos, alguno alcanzado por balas.