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Protocolo en EE UU para utilizar terapia genética en 20 pacientes con tumores cerebrales malignos

Veinte personas con un tumor cerebral maligno incurable se someterán probablemente este año en Estados Unidos al primer intento de utilizar una terapia genética contra esta patología si el Gobierno norteamericano autoriza el protocolo científico.Médicos genetistas de los institutos nacionales del cáncer y de enfermedades neurológicas esperan empezar a emplear estos tratamientos en seres humanos, una vez que su propuesta técnica sea aprobada por la Agencia para los Alimentos y los Fármacos (FDA), según explicó la directora de los institutos, Bernardine Healy.

Un equipo de médicos dirigido por el neurocirujano Edward Oldfield intentará insertar en células cerebrales cancerosas un gen suicida codificado para una enzima vírica del herpes simple denominada timidina quinasa.

Los experimentos llevados a cabo en animales demostraron que cuando las células de un tumor que contiene esta enzima están expuestas a un fármaco llamado Ganciclovir, contra el herpes, el tumor genéticamente tratado muere y causa la muerte de las células cancerosas próximas que no habían sido genéticarniente tratadas.

El Ganciclovir se ha empleado ya con efectos esperanzadores en el tratamiento de enfermos de sida con infecciones por citoimegalovirus, otro miembro de la, familia del virus herpes.

Con el fin de introducir el gen suicida en las células cerebrales cancerosas, los investigadores tienen previsto inyectar células de ratón que produzcan virus alterados que lleven la enzima directamente al lugar donde se halla el tumor.

En las pruebas realizadas hasta en tubo de ensayo, se emplean virus para insertar los genes en las células. Estas células modificadas genéticamente serán posteriormente introducidas a un paciente.

Los investigadores han aseguraddo que las pruebas efectuadas en ratones y monos no han dado señales de reacciones adversas a esta terapia. El virus portador del gen asesino no fue detectado en ningún tejido ajeno al cerebro. En Estados Unidos se diagnostican cada año cerca de 10.000 tumores malignos conocidos como glioblastomas en fase terminal. Los científicos esperan que con su estrategia se pueda evitar, además, la propagación del tumor cerebral a otras partes del organismo.

Dos experiencias anteriores de terapia génica se han realizado en Estados Unidos: una contra el cáncer de piel (melanoma maligno) y otra para combatir una rara enfermedad inmunológica denominada deficiencia de adenosina deaminasa -los llamados niños burbuja- La técnica consiste en extraer células del paciente, modificarlas genéticamente en laboratorio y reintroducirlas en el enfermo. Contra el cáncer de piel, un equipo dirigido por Steven Rosenberg insertó en las células de varios pacientes un gen que codifica la producción de un factor antitumoral. Los resultados de la experiencia han sido esperanzadores.

En el segundo caso, los genes insertados en las células de niños burbuja producen la sustancia de la que carecen, la adenosina deaminasa. La primera niña tratada con este método ha reaccionado positivamente al tratamiento. Antes de emprender estas terapias génicas, Rosenberg fue autorizado a probar en humanos células modificadas que actuaban como marcadores para comprobar que se dirigían al tumor.

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