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Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Rafael Barradas y la vanguardia española

Figura clave en la animación de la vanguardia histórica española, el uruguayo Rafael Barradas (Montevideo, 1890-1929) pasó en España los mejores años de su actividad artística, truncada por una prematura muerte que le impidió cumplir los 40 años.Vino a nuestro país en 1914, con tan sólo 24 años, y se repatrió a los 39, ya tan enfermo que apenas logró sobrevivir dos meses largos en su Montevideo natal.

A diferencia de su compatriota Joaquín Torres García, que también desempeñó un papel decisivo como motor de la vanguardia española, pero formándose dentro de ella, Rafael Barradas llegó, por primera vez, a Barcelona como heraldo de la modernidad italiana y francesa que conocía directamente por sus estancias previas en el Milán de los futuristas y en el París de las derivaciones del cubismo.

Rafael Barradas

Galería Jorge Mara. Jorge Juan, 15. Madrid. Hasta el 1 de junio de 1992.

Bastante más joven que Torres García (1874-1949), que además llegó a vivir casi el doble de años, Barradas encajó cronológica y estéticamente en la generación española del 27, si bien, teniendo en cuenta su privilegiado y precoz contacto con la vanguardia internacional, se adelantó a ella, naturalmente en lo que hace referencia a los artistas plásticos relacionados con este importantísímo grupo poético.

Amistad con Lorca

En este sentido, es lógico que le admirasen los ultraístas y la bohemia vanguardista que encabezaba Cansinos-Asséns, como que confraternizara con los inquietos jóvenes de la residencia de estudiantes, algunos de los cuales, como Dalí y Buñuel, aparte de García Lorca, con el que mantuvo una estrecha colaboración amistosa, llegaron a ser importantísimas figuras del surrealismo.En realidad, este ingenioso, cordial y activo hasta la extenuación artista uruguayo logró despertar las simpatías de todos los más interesantes creadores e intelectuales españoles del momento, incluso la de los que no estaban alineados en la vanguardia, militante, como, José Francés y Martínez Sierra. No obstante, por su talento chispeante y versátil, así como por sus filiaciones y gustos artísticos, personalmente veo a Rafael Barradas más cercano de un escritor como Ramón Gómez de la Serna, el cual llegó a recoger varias de las proclamas vanguardistas de aquél en su célebre libro Ismos, sin que ello nos haga olvidar los elogios que también le prodigaron Manuel Abril y Maroto, entre otros.

Casado con una española, la turolense Pilar Lainez, que conoció cuando convalecía en Zaragoza camino de Madrid, todas estas simpatías y reconocimientos de las mentes más despiertas y renovadoras de nuestro país no le evitaron a Barradas tener que trabajar a destajo, alejándose no pocas veces de la plena dedicación a la investigación plástica.

Esto explica, junto a su muerte prematura, el que la obra que llegó a realidad no deje de producimos esa sensación melancólica entre lo apuntado como posible y lo que la fatalidad redujo a real, no en absoluto porque los cuadros, dibujos e ilustraciones qué llevó a cabo no sean muy notables, sino porque nos indican, en efecto, a dónde podría haber llegado Barradas de haber sido otras las circunstancias.

En cualquier caso, la exposición organizada con conocimiento e indudable esmero por la Galería Jorge Mara, donde se han reunido hasta casi medio centenar de obras todas ellas provenientes de colecciones españolas, es un ejemplo perfecto de lo anterior, pues, a través de ella, apreciamos los destellos más fulgurantes del talento de Rafael Barradas, así como los diversos caminos que se vio impelido a recorrer profesionalmente.

Esto me lleva a pensar qué habría sido, por ejemplo, de Juan Gris de haber permanecido en España, interrogación que me parece particularmente oportuna para el caso no sólo porque el pintor madrileño muriera también, como se suele decir, en la flor de la edad, y no sin antes haber padecido, asimismo, toda suerte de penalidades, pero, habiendo pasado en París plenamente centrado en sus meditaciones plásticas aproximadamente los mismos años que Rafael Barradas residió en España. Juan Gris es hoy reconocido como uno de los pintores más relevantes del siglo XX, mientras que Barradas aún espera nuestro reconocimiento como un eje vertebral que fue de la vanguardia histórica española.

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