El casco antiguo de Madrid, ocupado por un arte provocativo

La tercera Bienal Internacional de Arte Contemporáneo, Edge 92, se ha incorporado a la programación cultural del Madrid 92 con la realización de 18 proyectos de 24 artistas internacionales, entre ellos Marina Abramovic, Antoni Muntadas, David Cerny, Guillaume Bijl, Eugenio Cano, Cesare Pietroiusti, Pepe Espaliú y Helen Chadwick. Los artistas han realizado sus propuestas, consideradas "provocativas y sensibles" por el comisario Rob la Frenais, a partir del estudio concreto de un espacio urbano y su entorno social.

Las instalaciones y performances se han distribuido en el Madrid antiguo, en torno a la plaza Mayor y san Francisco el Grande, en espacios públicos como plazas, jardines, solares y edificios en ruinas, que forman un desconocido itinerario madrileño.Esta experiencia del último arte se celebrará en Madrid durante el mes de mayo, y los mismos artistas completarán el proyecto en diversos lugares de Londres entre el 16 de mayo y el 14 de junio. Edge 92 está subvencionado por el Consorcio Madrid 92, el Arts Council del Reino Unido y el London Arts Board, entre otras instituciones. Las bienales anteriores se celebraron en Londres, Newcastle y Glasgow.

"Poner en contacto el arte actual con la calle es la propuesta de Edge 92", dice Aurora García, responsable de artes plásticas del Madrid 92, "sacar el arte de las galerías y de los museos y llevarlo a la vida cotidiana". Para uno de los comisarios, Rob la Frenais, se trata de ofrecer una nueva visión de la ciudad a través de unos "trabajos provocativos, estimulantes y sensibles".

Un mapa que distribuyen los organizadores muestra la situación de las distintas instalaciones. En el Mercado Puerta de Toledo figuran los ambientes sin contexto de Guillaume Bijl y el mundo de la moda visto por Cesare Pietroiusti con las piezas "más sexy" pedidas a un centenar de personas. En el Centro Cultura¡ Puerta de Toledo, Salvatore Valci cultiva en yerba y serrín las huellas dejadas por los ocupantes de un bar madrileño.

Pepe Espaliú ha colocado tres jaulas en el atrio del hospital de la calle de san Bernabé, evocación de un lugar de encierro y oración. Muy cerca, en un solar vacío junto a San Francisco el Grande, el colectivo Fastwurms ha metido en un contenedor pintado de rojo y negro la infancia de una gran rana disecada. En los jardines del Emir Mohamed, debajo del Viaducto, Martha Fleming y Lyne Lapointe han elegido un edificio abandonado para crear un ambiente social, el de una panadería, mientras que Hannah Collins multiplica las imágenes de una película sobre una familia de refugiados.

Cuatro enormes pistolas negras de madera, para cuya instalación fue necesaria la ayuda de montañeros, ha colocado David Cerny en las ruinas de la iglesia de las Escuelas Pías, en la plaza de la Corrala. Su proyecto se llama Día de matanza.