Cultura coordinará las inversiones en patrimonio del Ministerio de Obras Públicas

Los ministerios de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y Cultura han llegado a un acuerdo sobre el llamado 1% cultural, porcentaje que la Administración está obligada a invertir, por obra que realice, en conservación o ampliación del patrimonio histórico o artístico. El pacto, que fue alcanzado la pasada semana, permitirá que la cartera de la que es titular Jordi Solé Tura pueda orientar de forma más directa las inversiones culturales que realice el MOPT, departamento ministerial que conforma la parte del león del 1% cultural, con alrededor de 1.000 millones de pesetas anuales. Este porcentaje de inversión cultural lo establece la Ley de Patrimonio para todas las obras públicas en las que participe la Administración.

Fuentes del Ministerio de Cultura señalaron a este diario la importancia del acuerdo, que permite una aplicación de la normativa que desarrolla la Ley de Patrimonio Histórico que entró en vigor desde 1985. De acuerdo con esta legislación, cada ministerio que invierta en un proyecto de obras públicas una cantidad superior a 100 millones de pesetas -sea total o parcialmente, exceptuando lo relacionado con la defensa nacional- debe destinar el 1% del presupuesto a patrimonio histórico. El problema surge al decidir si ese 1% lo invierte de manera directa el departamento afectado o bien lo entrega al de Cultura, posibilidades ambas previstas por la ley.Hasta ahora, el camino seguido de forma mayoritaria era el de la inversión directa. El propio Ministerio de Cultura vio descender las inversiones que podía realizar por esta vía. En 1987 consiguió más de 500 millones, que en 1988 pasaron a ser menos de 400 millones de pesetas.

La inversión directa del 1% cultural de cada ministerio, sin pasar más que un preceptivo trámite burocrático por Cultura, ha desembocado en inversiones no deseadas o no prioritarias, de acuerdo con fuentes de la cartera de la que es titular Solé Tura. Así, ha sido bastante usual que ese 1% se invirtiera en reparar edificios de delegaciones provinciales del propio departamento inversor, de discutible valor histórico. Incluso una partida se destinó a construir un jardín para proteger "los árboles nobles de gran valor ecológico", afectados por unas obras en el aeropuerto de La Coruña. Fuentes del propio Gobierno han reconocido que ese 1% cultural se ha venido utilizando para cubrir partidas presupuestarias del ministerio donante. No obstante, también ha habido colaboración en algunos extremos, como el plan de rehabilitación de teatros del siglo XIX. En el caso de fondos transferidos a Cultura, las partidas se han utilizado para la ampliación de la colección del Museo de Prado o del Centro de Arte Reina Sofía.

Sin embargo, los ministerios han preferido escapar al control de Cultura. En esa colección de contrariedades, el propio Ministerio de Economía y Hacienda ha considerado el 1% cultural como un gravamen difícilmente compatible con la reducción del gasto público. Quizá por ese motivo, Economía ha llegado a considerar exentas de tributar ese porcentaje las obras sujetas a programas comunitarios, que suponen importantes inversiones. Esta decisión choca frontalmente con la ley 16/1985 de Patrimonio Histórico, que no exceptúa de su cumplimiento a estas obras. Por ese motivo, el Grupo Popular ha intentado reiterada e infructuosamente la comparecencia del ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, para que explique el conflicto que impide el cumplimiento de la ley.

Pendiente el informe de 1989

Estos datos se desvelaron en respuestas del Gobierno a interpelaciones y preguntas del diputado del Grupo Popular Miguel Ángel Cortés Martín. Ya el año pasado, el entonces subsecretario de Cultura, José Manuel Garrido, reconoció la dispersión y la falta de coordinación existente en el terreno de la inversión del 1% cultural. Jorge Semprún, predecesor de Solé Tura al frente del ministerio, propugnó con escaso éxito su intención de centralizar las inversiones en patrimonio histórico y artístico de otros ministerios.Cultura, por el momento, no ha presentado al Consejo de Ministros el informe ya ultimado y correspondiente a 1989 y 1990 sobre el 1% cultural, lo cual realizará en las próximas semanas. Los cambios habidos en el departamento del que es titular Solé Tura han impedido que el asunto se tratara con mayor celeridad, según informaron fuentes de Cultura. El Grupo Popular, en cambio, considera que la actitud del Gobierno en este terreno es de caos y descontrol.

Semprún afirmó que plantearía al Consejo de Ministros la necesidad de que el departamento coordinara todas las inversiones culturales de la Administración central.