La reina de España guió la primera visita pública a 'Al Andalus'

Andalus volvió a Granada ayer en una noche de luna llena. Regresó a La Albambra representado por 130 objetos artísticos provenientes 15 países y representativos de una época crucial del pasado español. La reina Sofía presidió la reunión de ese reencuentro de los símbolos islámicos con la tierra que fue su centro. La propia doña Sofía guió la primera visita pública a esta exposición, organizada conjuntamente por el Patronato de La Albambra, el Metropolitan Museum de Nueva York, la Junta de Andalucía y el Ministerio de Cultura, y con el patrocinio del Banco Bilbao Vizcaya.

La reina de España, que conocía eviamente la exposición Al Andalus. Las artes islámicas en España, fue en la práctica la guía oficial de la exposición inaugurada anoche en La Alhambra. Ella fue quien dio explicaciones a los que le acompañaron en el acto inaugural, entre los que estaban el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves; el ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, y el director del Metropolin Museum, Phillipe de Montello. El recorrido por las distintas salas en las que se muestra la historia de las artes islámicas en España duró más de dos horas y Reina lo hizo compartiendo su nacimiento de la exposición con explicaciones de los especialistas que la acompañaron.Al acto inaugural asistieron presentantes de la cultura española y andaluza y todos losmiembros de los patronatos de La Alhambra y del Metropolitan Museum. En una atmósfera solemne, todos ellos siguieron el paso de la Reina. Donde se detuvo con más atención fue en el Salón de los Embajadores y en todos los manuscritos que han podido reunirse para esta ocasión. Entre estos manuscritos figuran los enviados por el Gobierno turco, que hasta ayer no habían llegado a La Alhambra.

Con la Reina hizo el recorrido de la exposición el ministro marroquí de Cultura, Mohamed Benaissa, cuyo país ha sido uno de los más generosos en el préstamo de obras de arte. Para Benaissa, esta exposición "significa que, a pesar de todas las fronteras instituidas -hace siglos, la cultura sigue sin requerir visado ni pasaporte y, además, es una ocasión para que las generaciones venideras se rían cuando sepan que este mundo existió y que después de él nosotros construimos fronteritas".

El ambiente de la noche inaugural de la exposición Al Andalus, cuyo montaje ha durado más de cuatro años, era de alivio. El director del Metropolitan explicaba así su sentimiento: "Es un sueño que ha terminado siendo una verdad mucho más importante que lo que podíamos esperar, y sobre todo, sabemos que estamos contribuyendo a reconstruir la historia". En un sentido similar se manifestaba Emilio Ibarra, presidente del Banco Bilbao Vizcaya, de cuyo patrocinio, entre otros, vive esta exposición. "Apoyarla", dijo Ibarra, "estaba dentro de nuestra cultura corporativa. Hace años que estamos implicados como entidad en su organización. Hoy es un orgullo saber que hemos contribuido a concluir la ilusión de poner en orden un mundo tan importante como el que aquí se refleja".

El director de La Alhambra, Mateo Revilla, expresó así las enseñanzas que anoche resumía tras estos años de experiencia: "Gracias al espacio y al montaje escenográfico que La Alhambra nos permite, esta exposición, con su importante catálogo, hace posible la recuperación de objetos materiales hispano-musulmanes sin los cuales resultaría difícil completar la historia del arte. La cooperación ha sido el resultado de una aventura ejemplar que ha permitido a La Alhambra medirse con una gran organización museística* como el Metropolitan. La conclusión es que debemos seguir por este camino".