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EDUCACIÓN

Fin de la selectividad especial para los estudiantes de COU en el extranjero

Las agencias que se dedican a gestionar el traslado de alumnos españoles al extranjero para realizar el curso de orientación universitaria (COU) seguramente modificarán su estrategia de captación de clientes a partir del año próximo. Ya no podrán prometerles una prueba de selectividad especial cuando regresen en junio con el tiempo justo para examinarse. Una orden ministerial modificará la normativa vigente en el sentido de que la prueba conocida como selectividad light, que se mantiene, estará reservada, a partir de 1993, para quienes acrediten su residencia familiar en los países respectivos.

Muchas familias españolas envían a sus hijos durante un curso académico al extranjero, generalmente el año en que realizan el COU. Buscan con ello, en teoría, el perfeccionamiento del dominio de un segundo idioma y, en general, una mejor formación integral mediante el contacto con otras culturas y costumbres. El elevado coste de la operación (alrededor de un millón de pesetas, por todos los conceptos, en el caso de las estancias en Estados Unidos) evidentemente limita esa vía de enriquecimiento formativo a ciertas economías familiares.La convicción de que a su regreso les espera un examen de acceso a la Universidad especial (se ha llegado a hablar de una selectividad light) ha contribuido sin duda a un aumento progresivo de esa práctica. El curso pasado 3.100 jóvenes hicieron el COU en el extranjero, la mayoría de ellos en Estados Unidos, y el resto en el Reino Unido, Irlanda y Canadá.

Mientras los que hacen el COU en España se examinan de cuatro asignaturas obligatorias y cuatro optativas de la modalidad cursada, los que lo hicieron en el extranjero sólo tienen que realizar tres pruebas en cada caso, además de estar exentos del examen de filosofía, que es obligatorio dentro del bloque de ejercicios de la parte común del examen.

Otra ventaja adicional parece residir en que (especialmente los que estudiaron en Estados Unidos) aumentan considerablemente la calificación media de su expediente, que será decisiva al promediarla con la puntuación del examen de selectividad. Tal circunstancia es dificil de contrastar porque no existen estadísticas comparativas.

El coordinador de la prueba especial de selectividad, encomendada tradicionalmente a la UNED, explicaba en julio pasado que el nivel de exigencia es el mismo que para los que cursan el COU en España, aunque reconocía la singularidad de dicho examen porque los que han pasado un año fuera "llegan despistadísimos". En todo caso, las tasas de aprobados son similares a las de la selectividad ordinaria: en torno al 87% en la convocatoria de julio.

No hay promesas

Antonio Cuadra, director de publicidad de FSL (Fomento de Servicios Lingüísticos), niega que ésta, ni probablemente cualquiera de las entidades que se dedican a gestionar los desplazamientos de alumnos españoles al extranjero, venda sus servicios con la promesa de una selectividad light.Cuestiona Cuadra, por otra parte, los expedientes de sobresaliente de los alumnos procedentes de Estados Unidos: "Es impensable", dice, "que todos puedan mejorar hasta tal extremo su calificación media de los cursos anteriores", y subraya "la contradicción entre el extraordinario prestigio de que gozan aquí las universidades norteamericanas y el descrédito generalizado con que se percibe el sistema preuniversitario en USA". Subraya, además, "la extrema dureza" de los estudios equivalentes al BUP y COU españoles en países como Irlanda.

El citado directivo de FSL considera "en cierto modo razonable" la medida ministerial. "Aunque nos creará problemas de ajuste de fechas, por la disparidad de los calendarios escolares", añade, "y también nos obligará a intensificar la formación a distancia específica para preparar la prueba de selectividad".

Cuadra piensa que la medida no va a producir probablemente una disminución de la demanda. "Acaso únicamente la anticipación del desplazamiento al último curso del bachillerato o incluso a los anteriores", precisa.

En este sentido, la opinión de Cuadra es coincidente con la de un portavoz ministerial, que aseguró a este diario: "Realmente, poder cursar estudios un año o dos en el extranjero supone un enriquecimiento inequívoco del bagaje formativo del alumno, y ello sin necesidad de proporcionarle, además, un examen especial para el ingreso en la Universidad".

Tal examen se mantiene, según el articulado de la orden ministerial citada, para quienes acrediten su residencia familiar en los respectivos países y para los que "hayan realizado el COU en centros autorizados al amparo de lo dispuesto en la normativa vigente en materia de centros extranjeros en España ".

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