Docenas de bares en Madrid estafan a sus clientes cuando llaman por teléfono
Hacer una llamada urbana cuesta tres duros. Sin embargo, en decenas de bares y cafeterías madrileñas se advierte a los clientes que su teléfono público sólo funciona con monedas de 25 y 100 pesetas. A eso, Telefónica le llama estafar al cliente. "Los dueños de los establecimientos tapan el conducto de las monedas de un duro y dejan libres los de 25 y 100 pesetas", aclara un portavoz de la compañía. ¿Por qué no lo impide Telefónica? "Sencillamente, porque no tenemos constancia de ningún bar y porque los ciudadanos no denuncian estos hechos", responde el mismo portavoz.
Telefónica remite de forma regular un recibo a los dueños de la cafetería, lo mismo que con los teléfonos particulares en el que aparece el importe con arreglo a los pasos marcados. Así que la empresa nunca sabe qué cantidad de dinero sobrante se puede quedar el dueño. Tan fácil como eso: el propietario de un bar puede sacar más beneficio de dos llamadas que de una caña de cerveza, sin el mínimo esfuerzo ni riesgo.En mayo del año pasado, ante las quejas manifestadas por la Unión de Consumidores de España en relación con el uso fraudulento de teléfonos en locales públicos", la compañía estatal actuó. Y consiguió bien poco: denunció 10. bares, a pesar de que tenía la completa seguridad de que son muchos más los que defraudan.
La Oficina de Consumo de la Comunidad de Madrid llegó algo más lejos, durante unas inspecciones más concienzudas que llevó a cabo en el mismo periodo sobre 145 teléfonos denunciados por los usuarios. Tampoco logró gran cosa. Descubrió, eso sí, que el 90% de los establecimientos inspeccionados incumplía la normativa vigente: no había carteles donde se informara al usuario del reglamento, ni estaban visibles los contadores, ni había hojas de reclamaciones. A pesar de que en el 26% de los teléfonos visitados no se permitía el uso de duros, en la actualidad sólo se tramitan los expedientes de 18 bares.
"Lo que hacemos", dice un portavoz de Telefónica, "es anotar las denuncias y apercibir al dueño del establecimiento. En última instancia, se puede retirar el aparato". Pero hasta el momento nunca se ha llegado al corte del servicio.
Las justificaciones que alegan los encargados, camareros y dueños de los establecimientos son variadas. Así, en la pizzería P-6, en el numero 10 de la calle de Concha Espina, los camareros alegan que están "hartos de llamar a Telefónica" y "no lo arregla". En la pizzería P-3, cercana a esta última, ocurre lo mismo.
"Así de claro"
La excusa se repite en el restaurante Fuente de Castilla, frente a los juzgados de la plaza de Castilla: "Todas las semanas viene un técnico porque se avería el carril de las cinco pesetas, y nunca lo arreglan", argumentó el encargado. "Ésa es la típica excusa", contestó un portavoz de Telefónica al ser consultado.En el bar situado en el número 2 de la plaza de Santa Ana, el camarero fue más tajante:
-Sólo funciona con monedas de cinco duros.
-¿Está averiada?, ¿quiere que llame a Telefónica? -le preguntó un redactor de este periódico que no se identificó como tal.
-No, porque no se ha changado. Hemos sido nosotros los que taponarnos la entrada de las otras monedas.
-¿Por qué?
-¿Por qué no?
-Porque la gente tiene que gastar más dinero, sin que muchas veces sea necesario.
-Pues el que quiera llamar, que lo haga, y el que no, que llame en la calle. Así de claro.
Más bares
Más teléfonos donde no se pueden echar duros: el de la cafeteria Emyfa, en el centro comercial Arturo Soria; el de los cines Renoir, en la calle de Martín de los Heros (hasta la pasada semana); el de Asador Albasanz, en la calle de Albasanz, y el de la cafetería Ricole, en el número 6 de la plaza de Canalejas, en el barrio de Sevilla. Son sólo una muestra de los muchos que hay en la ciudad.-¿A Telefónica? No, hombre, no la llame -decía un camarero de Ricole-. Si es que eso lleva así mucho tiempo, y son los de Telefónica los que ponen el aparato así.
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