Los rusos tienen pocas esperanzas de que la CEI resuelva sus problemas

La Comunidad de Estados Independientes (CEI), creada hace una semana por los líderes de las tres repúblicas eslavas que formaban parte de la ex URSS (Bielorrusia, Rusia y Ucrania) no infunde grandes esperanzas en la población rusa. Según una encuesta, el 44% de los rusos no cree que el Gobierno encabezado por el presidente Borís Yeltsin pueda mejorar la situación económica, y algunos altos dirigentes demócratas ya piensan que deben pasar a la oposición. El ministro de Asuntos Exteriores, Eduard Shevardnadze, ha advertido del riesgo de un nuevo golpe y asegurado que la hipotética dimisión de Mijaíl Gorbachov no es inminente.

Shevardnadze no excluye que Gorbachov pueda dimitir, "pero no creo que esa decisión la vaya a tomar mañana o pasado mañana", dijo ayer en una comparencia ante la prensa que cubre el congreso constituyente del Movimiento de las Reformas Democráticas (MRD), fundado el verano pasado por él y otras personalidades soviéticas. "Ahora trabaja mucho y le he aconsejado que no tome decisiones precipitad;as". Shevardnadze cree Gorbachov tienen algo que hacer y decir en la CEI "porque hay sitio para todos".El congreso de MRD se inauguró ayer en Moscú con discursos de varios líderes demócratas. Además del propio Shevardnadze, hablaron los alcaldes de Moscú y San Petersburgo, Gavril Popov y Anatoli Sobchak, y el asesor presidencial, Alexandr YákovIev.

La intervención más destacada fue la de Popov, quien advirtió que el previsible fracaso del actual Gabinete podría llevar al poder a los neofascistas. Popov cree que es un error que la liberalización de los precios tenga prioridad sobre la privatización y, en cuanto a la misma privatización, mantiene que sigue sin lograrse poner en funcionamiento su mecanismo y que se presta a la corrupción y al diktat de los burócratas. Su tercera crítica al Gobierno se refiere a la reforma agraria, que aún noha comenzado. "Y sin ella, ningún cambio radi.cal será posible", enfatiza.

En mecanismo de compensación de las capas más desposeídas, según Popov, es completamente ineficaz. El sistema tributario tampoco "sirve para nada", ya que con él la mayor parte de la renta nacional se concentra de nuevo en el sector estatal. El alcalde insiste en que se debe eximir de impuestos por algunos años a los pequeños empresarios y granjeros. El sistema de poder que existe actualmente también es ineficaz. Por último, sigue en el aire el problema de la futura organización que habrá de unir a las ex repúblicas soviéticas. Ante este panorama, Popov se pregunta si no es hora de pasar a una "oposición constructiva".

Sin futuro

"El bloque formado actualmente por Rusia Democrática y las antiguas estructuras burocráticas" no tiene futuro, según Popov, y su desarrollo será como el de la República de Weimar, que "no fue capaz de elevar el nivel de vida de la población alemana". "Al fin y al cabo, el pueblo votó por el nazismo", recordó Popov.

Los otros oradores también se mostraron preocupados por el "auge de las tendencias antidemocráticas" (Sobchak y Yákovlev), por el peligro de una explosión social debido a "la recesión económica total" (Shevardnadze), quien también dijo estar preocupado por la amenaza de un nuevo golpe ante las bazas que esta situación puede dar a las fuerzas "nacional-patrióticas". La principal amenaza fue resumida ayer por YákovIev: "La gente dio la espalda al viejo sistema y ahora ya se la está dando al nuevo. La descomposición de la sociedad puede desembocar en una dictadura".