Máximo interés saudí hacia la reunión

Los observadores del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) pusieron la nota exótica en el Salón de Columnas del Palacio de Oriente. Pero más allá de sus ropajes, el nivel de su representación ha revelado el elevado interés que Arabia Saudí, el principal socio del CCG, concede a la conferencia.Junto al secretario general del Consejo, Abdalá Yacub Bichara, se sentaba -justo detrás de la presidencia- el embajador saudí en Estados Unidos, príncipe Bandar Bin Sultán, no sólo miembro de una de las más destacadas ramas de la familia real, sino una figura clave de su país durante la crisis del Golfo. El hecho de que Riad haya elegido al embajador Bin Sultán para acudir a Madrid ha desatado las especulaciones.

"El príncipe ha venido como miembro de la delegación del CCG, que, como usted sabe, tiene rango de observador", comentó lacónicamente a este periódico un funcionario de la Embajada saudí en España, que prefirió guardar el anonimato. El CCG agrupa a las seis monarquías petrolíferas de la península Arábiga. Además de Arabia Saudí, la mayor y más influyente de ellas, participan en esa asociación Kuwait, Qatar, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos y el sultanato de Omán.

Arabia Saudí, que como el resto de los miembros del consejo nunca ha entrado en guerra directa con Israel, aceptó tras el conflicto del Golfo la sugerencia norteamericana de reducir su beligerancia antiisraelí.