Cuba 'engancha'
Al son, de una música rumbera, con un estribillo pegajoso y acompasado, me invade una extraña y triste nostalgia recordando mi estancia de hace escasos días en Cuba. Me parece imposible que, sin haber estado allí en ninguna otra ocasión, haya podido quedarse parte de mi corazón en aquella maravillosa isla.Pero ¿qué iba a escribir sobre Cuba que no hubiera sido ya escrito y que al mismo tiempo no suscitara controversias y acaloradas pasiones? Sólo diré que Cuba engancha, que esa tristeza en las caras de su gente tiene algo que inquieta, algo que te solidariza en su sufrimiento. Que sus necesidades las sientes en forma de invisibles miradas cuando te dispones a comer en sus hoteles y restaurantes viandas y manjares que, desde hace ya meses, eres consciente que ellos dejaron de probar. Que ni tan siquiera los productos que más abundan en su suelo como el tabaco, el ron o el azúcar les está permitido si no es con cartilla de racionamiento y que tú, sin embargo, como turista degustas en cantidad, al igual que de sus mujeres jóvenes y preciosas que rinden sus cuerpos al calor de unas miserables prebendas que el todopoderoso dólar puede adquirir en sus tiendas para turistas; hermosas mulatas de color tostado, fruto de generaciones con el germen de nuestros antepasados mezclado en su sangre. Que tu condición de visitante te coloca siempre en los lugares de privilegio y que a ellos, no obstante estar en su tierra, posterga a innumerables colas de racionamiento para todo, mendigándote el consumismo que, como turista de un país capitalista, derrochas alegremente. Que, en definitiva, me gustaría gritar "Cuba para los cubanos" y que mi grito atravesase ese estúpido y empecinado bloqueo del omnipotente vecino yanqui, al que no animan más que razones revanchistas y vengativas para perseverar después de 30 años en ese intento de borrar para siempre esa hermosa sonrisa cubana, en cuya revolución anidó la esperanza de todos los países del Tercer Mundo. Gracias, compañeros, es lo único que desde aquí puedo deciros; gracias por ese ejemplo y esa resistencia heroica. Vuestro comportamiento, a pesar de los sufrimientos, eleva y. dignifica el orgullo de ser cubano en el mundo. Sois la esperanza de los países y de las gentes realmente libres.-
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