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Kohl intenta calmar la inquietud de los 'once' sobre el papel alemán en la CE

El canciller (presidente de Gobierno) Helmut Kohl, de vuelta de su viaje a Estados Unidos, deberá esta semana calmar las inquietudes de sus socios europeos sobre el papel de Alemania en la Comunidad europea.Hoy llega a Bonn el jefe de Estado francés François Mitterrand, y mañana el presidente del Gobierno español, Felipe González. La visita de Mitterrand se produce en un momento de malas relaciones entre ambos países, con temas polémicos como el de los misiles Hades o el bloqueo de París a la reducción de Ios aranceles agrícolas comunitarios para Polonia, Hungría y Checoslovaquia.

El Kohl que se van a encontrar Mitterrand y González ya no es el mismo ser exultante que galopaba no hace tanto tiempo a lomos de la unificación alemana. A la crisis en que se mueve su partido y también la coalición democristiana-liberal que preside en el Gobierno, habrá que unirle el efecto del relativo fracaso con que se ha saldado su viaje a Estados Unidos. A pesar de sus esfuerzos, el canciller no consiguió sacar al presidente George Bush más que la promesa de una ayuda humanitaria para la Unión Soviética, dejando de nuevo solo a Bonn a la hora de pagar la enorme factura.

Alemania, sin embargo, tiene varias quejas que presentar al jefe del Estado francés. La que más escuece es la decisión del Gobierno de París de poner en funcionamiento el año próximo los misiles móviles de corto alcance Hades, cuya utilidad no parece ser otra que la de estar dirigidos contra su gran vecino del este.

También ha sentado muy mal en Bonn el bloqueo francés a los tratados de asociación de la Comunidad Europea con Polonia, Checoslovaquia y Hungría, que abrían una posibilidad para la entrada de sus productos agrícolas en Occidente. La prensa alemana ha acusado de insolidario al Gobierno francés.

El periplo alemán de Mitterrand -una auténtica ofensiva política- se prolongará hasta el próximo viernes, y comprenderá, además de Bonn y Berlín, varias ciudades de la antigua República Democrática Alemana como Potsdam, Dresde y Weimar, finalizando con una visita al castillo de Wartburg, exponente máximo del mítico pasado germano.

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Después de la guerra fría

Mitterrand tiene previsto pronunciar el jueves en Berlín un extenso discurso en el que expondrá su visión de la Europa de después de la guerra fría.

Hoy, antes de verse con el presidente francés, Kohl recibirá al primer ministro lituano, Gediminas Viagnorius, que lleva desde el lunes en Bonn, donde ya se ha entrevistado con el ministro de Exteriores, el liberal Hans-Dietrich Genscher, y con el titular de Agricultura, Ignaz Kiechle, así como con miembros de las cámaras de comercio y representantes de la poderosa industria alemana.

Los responsables políticos de la Europa del Este siguen desfilando por Bonn en busca de árnica para sus maltrechas economías, con la sospecha de que, en Europa occidental, tan sólo los alemanes tienen razones concretas para preocuparse de ellos.

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