La receta neoliberal y el "desastre" del Este

La Unión Soviética estuvo representada en el acto de Matanzas por Negale Kisiliov, miembro del Presidium del pSóviet Supremo. El presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, envió un mensaje a Fidel Castro con motivo de esta conmemoración, en el que le comunicaba que su país "está por la renovación y el desarrollo de la cooperación con Cuba y por el perfeccionamiento de la colaboración en aras de los intereses de los pueblos de ambos países".

Castro, en su discurso, hizo precisamente alusiones seguidas a la URSS y a los países del bloque del Este, cuya evolución hacia la democracia calificó en varias ocasiones de "desastre". En opinión del líder cubano, "el imperialismo está aprovechando las coyunturas de estos tiempos en la URSS para imponer condiciones contra Cuba", y calificó de "impresionantes" las presiones que tanto los regímenes de Pekín como de Moscú están recibiendo en los últimos tiempos por parte de Washington para que dejen de mantener su colaboración con la isla. "Eso es venganza, revanchismo y miseria política".

El presidente cubano indicó: "Tanto los chinos como los soviéticos han dicho ya que no aceptan estas presiones. Estamos ante tiempos bochornosos e indecorosos donde se pliegan banderas y muchos se arrepienten ya no sólo de ser comunistas o socialistas, sino de haber sido progresistas". Y añadió: "Desde la antigua República Democrática Alemana están llegando noticias horripilantes. Grupos pacifistas están persiguiendo e incluso linchando a vietnamitas y mozambiqueños como manifestación de xenofobia. Eso es lo que ha venido a sustituir a aquella sociedad. Con nosotros, señores imperialistas, la cosa es diferente, y nos las arreglaremos como sea, pero jamás volveremos al pasado".

Castro calificó la reciente cumbre de Guadalajara como "una reunión histórica", y elogió el comportamiento de los restantes jefes de Estado, "que tuvieron la valentía de invitar a Cuba". "Me sentí feliz y contento porque pude apreciar a muchas personas con capacidad independientemente de las diferencias políticas e ideológicas que nos separaban. En general prevaleció la amabilidad, la cordialidad y el respeto", reveló el líder cubano.

"Me sorprendí con la terrible ola de neoliberalismo que azota al mundo, y en especial a América Latina, a consecuencia de los desastres de los países socialistas del este de Europa. Se trata de un lenguaje nuevo ante el que experimenté alucinaciones. Quieren resolver los problemas a través del capitalismo. Pensar que las recetas neoliberales van a procurar el desarrollo social de nuestros países es como apagar el fuego con gasolina", dijo por último.