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Lanchas para la Armada

Astilleros Ferrolanos, SA (Astafersa), en cuya fundación participó en diciembre de 1980 Juan Fernández y de la que todavía posee el 10% de las acciones, según el registro mercantil, construyó entre 1985 y 1986 cuatro lanchas para la Armada diseñadas en una oficina técnica en la que, además del propio conselleiro de Industria (militar en activo en aquella época), trabajaban otros oficiales de la Marina.Astafersa sirvió en 1985 una lancha de desembarco, LCVP Mark VII-E, y otras tres en 1986, según la publicación especializada Jane's Fighting Ships, que referencia las naves de combate de todo el mundo. Una de las lanchas, utilizadas para transporte de personas, mercancías o material de guerra, está mente en servicio en el portaeronaves Principe de Asturias, equipado en el Arsenal de Ferrol.

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En el año 1986, entre las 43 personas que componían la plantilla de Astafersa no figuraba ningún ingeniero naval, ni siquiera un delineante. Diversas fuentes coinciden en que Astafersa utilizaba como oficina técnica el estudio Prior, ubicado en el cuarto piso del número 162 de la ferrolana calle del Sol sin rótulo en el exterior, pero sí en el buzón del portal.

En esta dirección figura un teléfono a nombre de Juan Fernández y otro al del también ingeniero naval Domingo Álvarez-Arenas Caramelo, perteneciente a una de las rancias familias de marinos de Ferrol (Eliseo Alvarez-Arenas y Pacheco era precisamente capitán general de la Zona Martítima del Cantábrico en esas fechas).

Prior trabajaban, o al menos visitaban la oficina mañana y tarde, de paisano o de uniforme, militares en activo como Juan Fernández o el capitán de fragata Francisco Quiroga Martínez, ingeniero y jefe de la rama de casco y armamento del Arsenal de la Armada. Según fuentes del sector de la construcción naval, Astafersa carecía en esas fechas de los equipos industriales y de la tecnología necesaria para construir naves en fibra de vidrio como las lanchas LCVP.

Al parecer, los cascos fueron elaborados en una factoría situada en la carretera de Valdoviño (donde aún permanecen moldes similares a los necesarios para construir las lanchas), que recientemente estrenó nuevas instalaciones en un polígono industrial, en un acto que presidió el titular de la Xunta, Manuel Fraga.

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