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Boris Yeltsin exige un diálogo inmediato entre todas las fuerzas de la URSS

Borís Yeltsin, el jefe del Parlamento ruso y el político más popular de la URSS, lanzó un nuevo llamamiento para "comenzar inmediatamente un diálogo con todas las fuerzas políticas" del país, advirtiendo que, de lo contrario, a la URSS le espera una catástrofe. Yeltsin, que dio una entrevista a Radio Rusia en vísperas de su viaje a Francia, insistió en la necesidad de organizar una mesa redonda en la que estuvieran representadas todas las fuerzas políticas.

El líder ruso lamentó que esta idea no hubiera encontrado apoyo en el Congreso Extraordinario de Diputados de Rusia cuando la propuso, y también dijo "no comprender" por qué no ha respondido a ella el presidente soviético, Mijaíl Gorbachov. Sin embargo, hubo una respuesta indirecta de Gorbachov a través de su asesor Gueorgui Shajnazárov, que el miércoles dijo en una conferencia de prensa dedicada a informar sobre la reunión del Consejo de la Federación: "El presidente declaró que apoya la idea de una mesa redonda en la que se deben encontrar los representantes de las principales fuerzas políticas".Según Yeltsin, a esta mesa redonda deben sentarse además de Gorbachov y representantes de las repúblicas., él incluido, "delegados del partido comunista y de otros partidos y movimientos, así come también de los mineros en huelga". Si esto no se lleva a cabo, "el país se desintegrará", declaró. Terminar con la huelga de los mineros del carbón es una tarea primordial, según Yeltsín. "Creo que la situación en el país es tal que, si a los mineros se les unen los metalúrgicos, llegaremos a la ruina. Y esto puede conducir a la total insubordinación civil", dijo el líder ruso, agregando que en la mesa redonda se podía llegar al acuerdo de declarar una moratoria a las huelgas. Esto último lo pidió Gorbachov en el Consejo de la Federación.

Siguen las huelgas

Mientras tanto, los mineros del carbón siguen en huelga, y ayer en la URSS había 246 empresas paralizadas. Los mineros insisten en sus reivindicaciones políticas, entre las que figura el cese de Gorbachov y del Gobierno de la URSS. No obstante, una serie de personalidades demócratas han declarado que no se debe continuar pidiendo la dimisión del presidente ni la disolución del Parlamento.El diputado VIadímir Tíjonov, que preside la Unión de Cooperativas de la URSS, dijo este fin de semana que ayudaría a los mineros con 100 millones de rublos, pero advirtió que no estaba de acuerdo con sus reivindicaciones políticas. También se muestran contrarios al cese de Gorbachov el jefe del Partido Demócratico de Rusia, Nikolái Travkin; la asesora de Yeltsin, Galina Staravóltova; el copresidente del Partido Republicano, VIadímir Lisenko, y muchos otros políticos progresistas de oposición.

Gorbachov, por su parte, parece ahora mas propenso a tratar de aplicar una política centrista o de centro-izquierda. De ello dan fe, además de las declaraciones de Shajnazárov, los cambios que últimamente ha introducido en su equipo. El ex ministro del Interior Vadim Bakatin, conocido por su postura liberal, ha sido nombrado miembro del Cosejo de Seguridad; Alexandr YákovIev, el cerebro de la perestroika, también ha regresado junto a Gorbachov como asesor principal, y este mes fue nombrado ayudante presidencial el diputado Valentín Karásev, miembro del Grupo Interregional.

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