Los golpistas de 1936
Viendo el debate que hubo en una televisión sobre el décimo aniversario del intento de golpe de Estado por parte de Milans del Bosch y Tejero, no pude evitar el recordar el sabor amargo que todavía algunos tenemos por la llamada reforma: el paso de la dictadura franquista a una democracia parlamentaria.En este debate, excepto un señor, todos justificaron y alabaron la actuación de la justicia; todos mostraron su satisfacción por el fracaso del golpe y el consiguiente castigo de los golpistas. Entre los contertulios no había dudas: quien la hace, la paga.
Pues bien, yo todavía estoy esperando que a los golpistas de 1936, los que sí se salieron con la suya, se les haga un juicio público e histórico.
Si Milans y compañía no eran nadie para decir qué y cómo debían hacer los políticos las cosas, tampoco lo fueron Franco y su séquito. Por mucho que quieran hacérnoslo olvidar, los 40 años de paz cementeril son parte de la memoria histórica de este sufrido pueblo ibérico.-
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