Sadam Husein arenga a sus tropas en Kuwait

El presidente de Irak, Sadam Husein, viajó ayer a Kuwait para inspeccionar sus tropas y declaró que las Fuerzas Armadas de su país están preparadas para librar cualquier tipo de guerra y no se retirarán de¡ emirato. Sadam Husein, según informó la radio de Bagdad, afirmó que "no habrá compromisos sobre los derechos de Irak y de la nación árabe". Insistió también en la necesidad de luchar contra "los infieles" (EE UU) y "liberar Palestina".

"Esta es una posición definitiva de la que no retrocederemos", dijo el líder iraquí. Los soldados desplegados en Kuwait vitorearon al presidente iraquí con gritos de "la victoria acompañará a quienes defienden principios" y otros de "Alá es grande", informa Reuter. Esta visita al emirato fue la cuarta desde su invasión el 2 de agosto.Por otra parte en Irak se sucedieron ayer las manifestaciones en favor de Sadam. "En la paz como en la guerra, con nuestra sangre y con nuestras almas, estamos contigo, Sadam". El eslogan ya ritual de todas las manifestaciones iraquíes volvió a corcarse ayer lo mismo en Basora que en Nínive, Arbil o en la propia Bagdad. Disciplinados, los iraquíes salieron a la calle en apoyo de su presidente, única posibilidad contemplada por la ley. Las autoridades dieron todas las facilidades, concediendo el día libre a trabajadores y estudiantes.

El país estaba tranquilo, casi en exceso, si se compara con la tensión vivida por sus vecinos a escasas horas de que concluyera el ultimátum de la ONU para que Irak se retire de forma pacífica de Kuwalt. Al contrario de lo que sucede en Ammán, Jerusalén o El Calro, donde las medidas de seguridad se han incrementado en los últimos días, en Bagdad no se ha tomado de momento ninguna medida de defensa pasiva. El alumbrado público está encendido toda la noche, los jardineros se afanan en arreglar los setos centrales de la calle Saadún, una de las principales arterias comerciales de la ciudad, y ayer, con las tiendas cerradas, la impresión era la de un día festivo. El día D amaneció cubierto en Bagdad. La niebla hizo temer que no pudieran despegar los vuelos a Ammán, los dos últimos antes de que concluyera el ultimátum de las Naciones Unidas. Las dos horas de retraso apenas dieron tiempo a que los pasajeros se pusieran nerviosos. Al fin y al cabo eran afortunados por disponer de una plaza. Para hoy, nadie era capaz de asegurar que el espacio aéreo continuara abierto.

El Boeing 747 Éufrates, que desde hace un par de semanas cubre sin horario fijo la línea Bagdad-Ammán, salió al completo. Los últimos diplomáticos japoneses y coreanos, una treíntena de periodistas occidentales, ciudadanos sudaneses, yemeníes y de otras nacionalidades, pero sobre todo jordanos, atravesaron la puerta de embarque con el alivio de quien ha superado una dura prueba. En el trayecto aún hay quien tiene ánimos para el humor negro y cuenta el último chiste que circula en Bagdad: 1991 va a ser el año más corto... porque termina el 15 de enero".

Cancelaciones

"Acabamos de aterrizar en Ammán. Les deseamos una feliz estancia en Jordanía y confiamos en tenerles de nuevo a bordo de un vuelo de Iraq Airways". El sobrecargo del vuelo IA- 163 se despidió de los pasajeros como si se tratara de un grupo de turistas. La realidad salió al encuentro nada más llegar a la terminal del aeropuerto. Los oficiales de inmigración jordanos solicitaban los pasaportes en el mismo pasillo de entrada. Al otro lado de la mampara, un puñado de personas esperaba tomar el mismo avión con destino a Bagdad.

La situación se vive con tensión en Jordania. La terminal para las líneas aéreas extranjeras está desierta. Ninguna compañía vuela en estos momentos al reino hachemí, debido a los riesgos potenciales y al incremento de los seguros.