SEO, conservacionismo científico
A finales de 1986, la SEO puso en marcha un importante programa de seguimiento sobre las Áreas Importantes Amenazadas en España, con el objetivo de determinar cuáles áreas importantes para las aves, incluidas en el Inventario SEO / ICRP de la CE, presentaban mayores problemas de conservación, y, en consecuencia, diseñar planes de actuación a corto, medio y largo plazo. Se determinaron así cinco zonas graves: río Piedras, en Huelva; Doñana-Guadalquivir; Daimiel-Zonas Húmedas manchegas; Cabañeros, en Ciudad Real, y Santoña, en Cantabria.En cada una de las zonas fue organizada una red de informadores, se elaboró un informe científico, se analizaron las amenazas detectadas y se propusieron una serie de soluciones equilibradas. Por último, con carácter periódico, se fueron enviando informes zonales a los diversos organismos internacionales. La falta de respuesta satisfactoria por parte de las autoridades competentes llevó a denunciar ante la Comisión de las Comunidades Europeas el caso de Doñana y el de Santoña.
Las marismas de Santoña, con una extensión aproximada a las 3.500 hectáreas, en la confluencia de las rías de Rada, Escalante, Argoños y Limpias (en la desembocadura del Asón), constituye la más importante zona de invernada de aves acuáticas de toda la costa cantábrica.
Especies tan escasas como la espátula, cuyas últimas poblaciones en la CE se circunscriben a Doñana, el Odiel y Holanda, utilizan Santoña como vital punto de interconexión y reposo en su doble migración anual de norte a sur. En el área también son excepcionales las concentraciones de zarapitos, de ánades silbones, y se constata frecuentemente la presencia de especies insólitas en España, como las barnaclas, el éider, ciertas aves americanas...
Vinculadas a Santoña, se encuentran también amenazadas en estos momentos las marismas Victoria, en Noja, y las del Joyel, entre Noja y Arnuero; los encinares cantábricos de Arnuero y Buciero, junto con una importante zona arqueológica contigua; el hayedo de Esles que se encuentra colgado sobre la misma costa; el cabo de Ajo, y la buitrera de Sonabia, la única colonia de estos animales que se encuentra en la misma línea de costa, con 40 parejas reproductoras.
Bajo esta última, el Gobierno autónomo ha permitido la construcción de una carretera y un aparcamiento, al igual que la concesión para una cantera de piedras en las laderas de Candina. El parque natural del Entorno de Santoña debería englobar también todas estas zonas satélites de la marisma.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Ecologismo
- Ecologistas
- Ayuntamientos
- Organizaciones medioambientales
- Aves
- Cantabria
- Unión Europea
- Administración local
- Política ambiental
- Protección ambiental
- Contaminación
- Ideologías
- Organizaciones internacionales
- España
- Problemas ambientales
- Relaciones exteriores
- Animales
- Administración pública
- Urbanismo
- Especies
- Política
- Medio ambiente