Fuente de polémica

Las excavaciones arqueológicas realizadas en la avenida de la Constitución de Granada fueron en su día fuente de polémica. La Junta de Andalucía, ante el hallazgo de los primeros enterramientos de la necrópolis, decidió paralizar las obras, lo que originó las críticas del Ayuntamiento granadino, que dudaba de la importancia arqueológica de las tumbas.

La paralización de las excavaciones se hizo efectiva en el mes de marzo y duró cinco meses, hasta finales de agosto, fecha en que comenzó la excavación de la segunda fase en colaboración con la Universidad de Granada.

Las relaciones entre el Ayuntamiento de la ciudad y el Gobierno autónomo se hicieron más tirantes cuando los arqueólogos de la Junta de Andalucía advirtieron que, en caso de que se construyera un aparcamiento bajo el mercado municipal de minoristas, las obras serían con casi total probabilidad paradas, ya que bajo el edificio se encuentra la mezquita principal de la Granada árabe. El Ayuntamiento llegó incluso a anunciar su propósito de contratar a sus propios arqueólogos para efectuar unas catas subterráneas paralelas.

Una vez superadas tales tensiones, los arqueólogos que han participado en los trabajos -Manuel López López, Marciano Almohaya, Encarnación Arroyo y José Manuel Peña, coordinados por Isidro Toro- presentarán a la comunidad científica el próximo mes de enero, durante un congreso, los hallazgos de la necrópolis recientemente descubierta.

"Por la entidad de las excavaciones es urgente organizar una exposición con las piezas y publicar un estudio previo", señaló Isidro Toro. Parte de las tumbas halladas, según su importancia, serán reinstaladas en los jardines del Hospital Real, y otra parte se exhibirá en el Museo Arqueológico Provincial.

La Junta de Andalucía, una vez extraídos los enterramientos, permitirá la construcción sobre los terrenos de las excavaciones de un edificio administrativo auxiliar de la Universidad de Granada.