Las excavaciones de Atapuerca permiten estudiar medio millón de años
Los homínidos o restos fósiles encontrados por los paleontólogos en la sierra de Atapuerca (Burgos) permiten estudios sobre la evolución de tallas de la piedra de entre 700.000 y 120.000 años, lo que supone un campo de experimentación único en el mundo, según explicó anoche en el Museo de Ciencias Naturales Emiliano Aguirre, profesor de investigación de este museo, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.Tras unas excavaciones comenzadas hace 14 años -en agosto de 1976- y que durarán aún mucho tiempo, según todos los indicios -"nos encontramos aún en el fin del principio", dijo Aguirre-, han sido hallados restos de 14 seres a caballo entre el pitecantropus y el hombre del nehandertal, en el Pleistoceno Medio.
Rompecabezas
Estos restos suponen otros tantos rompecabezas para los científicos, ya que se encuentran rotos y mezclados, en parte por la acción del tiempo y en parte por la de unos buscadores de colmillos de oso, que perjudicaron seriamente una de las cavidades.De momento se dispone de dos mandíbulas, cerca de 100 dientes y restos de hasta tres cráneos, lo que en términos paleontológicos supone un tesoro, explicó Aguirre, cuanto más que, según los cálculos de los científicos, sólo se ha alcanzado el 5% de los restos que allí se puedan encontrar.
La pregunta es cómo llegaron allí esos esqueletos. ¿Hundidos por la acción del agua? Por otra parte, los rastros de animales y su distribución en el sistema de cuevas de las excavaciones permitirá hallazgos importantes, prometió Aguirre, aunque se mostró escéptico sobre las conclusiones que pueda extraer una sola disciplina y abogó por la necesidad de contrastes con otras, como la Biología.
