Endara y el dueño del banco panameño implicado en narcotráfico se relacionan en más de tres sociedades

Guillermo Endara, presidente de Panamá, aparece relacionado con Guillermo Ronderos, propietario del Banco Interoceánico-Interbanco, en al menos tres sociedades, además de la propia entidad bancaria. Esa vinculación representa un problema para el presidente, debido a que la DEA norteamericana ha denunciado a lnterbanco por el presunto blanqueo de dinero del narcotráfico. La denuncia de la DEA se filtró en un contexto de tensiones panameño-norteamericanas relacionadas con la negociación de un tratado para la eliminación del secreto bancario en el país que permitiría la investigación de cuentas corrientes.

Las relaciones de Guillermo Endara con el banquero colombiano Guillermo Ronderos -quien ha encarado una operación de venta de su participación en la entidad, tras la denuncia de marras- no se limitan al Banco Interoceánico, en el que ambos participan en las proporciones del 2% y el 98%, respectivamente. Endara es, además, accionista de Interoceánica de Seguros, SA, empresa de la que fue secretario hasta 1980; es miembro del Consejo de Administración de Inmobiliaria Interoceánica, SA, y fue secretario de Pronto Pago, SA, desde el año en que se fundó la sociedad, 1987, hasta su disolución, en agosto de 1989.Interoceánica de Seguros está integrada con Interbanco en una sociedad holding, según informó a EL PAÍS Carlos Ernesto González de la Lastra, presidente en funciones del Interoceánico. La Inmobiliaria Interoceánica y Pronto Pago no forman, en cambio, parte del grupo, aunque en sus consejos de administración se hayan sentados tanto Endara como Ronderos.

Pronto Pago fue una financiera surgida en el fragor de la crisis del sistema bancario panameño, consecuencia del cerco económico impuesto en 1987 por Estados Unidos, que trabajó activamente en el descuento de pagarés girados por el Gobierno de Noriega cuando todo el país andaba corto de efectivo.

La denuncia de la DEA contra Interbanco, que ensombrece las relaciones de Endara con Ronderos, se filtró a la prensa en el clima de tensión suscitado por la negociación de un tratado de asistencia mutua legal entre Panamá y EE UU. Los norteamericanos pretenden obtener en ese acuerdo una condición difícilmente aceptable para los panameños: la posibilidad de investigar bancos en persecución de presuntos delitos fiscales. En medios políticos y económicos panameños se destaca que esta condición implicaría la muerte del sistema bancario panameño.

Los hechos denunciados por la DEA acaecieron a finales de 1989, y se refieren a movimientos de fondos del narcotraficante colombiano Gonzalo Rodríguez Gacha orientados a evitar su confiscación. El gerente general de Interbanco, Ernesto Vega, afirma que, tras la llegada de los fondos, recibió la visita de una persona que le prometió referencias sobre el origen del dinero. Rodríguez Gacha fue muerto por la policía colombiana el 15 de diciembre de 1989.

Keith Baudoin, agente de la DEA basado en Panamá, hizo su denuncia ante el procurador general panameño, Rogelio Cruz, el 12 de enero de 1990.

El procurador bloqueó el banco entre el 14 de marzo y el 15 de mayo de 1990, en una acción encaminada a buscar bienes del derrocado Noriega y no en relación con la denuncia de Baudoin. Fuentes autorizadas de la Hacienda panameña aseguran que, pese a esta medida, el banco no fue investigado.

Relaciones peligrosas

A finales de julio de este mismo año, un grupo de personas relacionadas con Endara inició negociaciones con Ronderos para la compra de Interbanco. Poco después comenzó la auditoría de la Comisión Bancaria Nacional, que tiene que autorizar la transmisión de las acciones.

Carlos Ernesto González de la Lastra, líder de la oposición civilista a Noriega, inversor mayoritario del grupo comprador, sigue siendo hoy presidente en funciones de Interbanco, porque la comisión continúa sin aprobarla.

La denuncia de Keith Baudoin fue publicada por El Siglo, un diario popular panameño, el pasado 22 de agosto. Veinticuatro horas más tarde, el Interoceánico obtuvo una certificación de la Procuraduría General en la que se decía que ni el banco ni sus directivos habían sido nunca investigados.

En medio de una batalla legal entre los propietarios del banco y otras personas relacionadas con Endara y los de El Siglo, Dean Hinton, embajador de Estados Unidos en Panamá, visitó el 25 de agosto la redacción del periódico.

Tres días más tarde, el 28 de agosto, Hinton entregaba en la Procuraduría General una carta por la que la Administración de George Bush ratificaba su confianza en la colaboración panameña contra el narcotráfico.

E1 pasado 15 de octubre, los nuevos directivos del Interoceánico reconocieron públicamente que el banco había recibido, a finales de 1989, 10 millones de dólares de origen dudoso, al tiempo que negaban cualquier implicación de la entidad o de sus directivos en un posible blanqueo. El 19 de octubre, 10 meses después de recibida la denuncia de la DEA, el procurador general citó a declarar a Ernesto Vega, gerente de Interbanco. Durante este tiempo, portavoces de Guillermo Endara han afirmado que el presidente había dejado tiempo atrás Interbanco y que, en cualquier caso, su papel fue siempre "decorativo".

La DEA, por su parte, ha confirmado que Keith Baudoin hizo su denuncia, pero se ha negado a comentar el contenido de la misma con el argumento de que es confidencial y de que los que la han filtrado han sido panameños.