El Gobierno francés ignorará la oferta iraquí de liberar a sus 'retenidos'

JAVIER VALENZUELA Sadam Husem sugirió ayer la posibilidad de una liberación sin condiciones de todos los franceses que retiene en Irak desde el comienzo de la crisis del golfo Pérsico. El portavoz de la Presidencia de Francia, Huber Vedrine, respondió ayer a la noticia afirmando que su país ignorará la oferta iraquí y se mantendrá firme en la exigencia avalada por las Naciones Unidas de liberación de "todos los rehenes".

Un despacho de la agencia iraquí INA informó en la mañana de ayer que el presidente Sadam Husein había propuesto al Consejo Nacional o Parlamento iraquí la apertura de un "debate" sobre "la posibilidad de permitir a todos los ciudadanos franceses presentes en Irak el regreso a su país". El gesto, según INA, respondería a la "Iarga amistad franco-iraquí" y premiaría la actitud francesa de "buscar una solución pacífica" a la crisis.Esta iniciativa, el anuncio de posibles liberaciones de algunos rehenes británicos y norteamericanos y las "filtraciones" sobre una disposición iraquí a retirarse parcialmente de Kuwait confirman que Sadam busca enfriar la crisis. Sadam quiere dejar a los norteamericanos ante la alternativa de una declaración unilateral de la guerra.

El amplio consenso inicial sobre la necesidad de aplicar un castigo ejemplar a Sadam comienza a debilitarse en Francia. La falta de una reacción enérgica occidental a la matanza de palestinos en Jerusalén y a las tropelías sirias en Líbano han dado argumentos a los que piensan que Occidente no persigue en él Golfo "objetivos morales". El pasado sábado, unas 10.000 personas se manifestaron en París contra una guerra en el Golfo. En el cortejo figuraban dos soldados uniformados de las tropas enviadas por Francia a Arabía Saudí. Uno de los soldados declaró: "No tengo ninguna gana de que me maten en defensa de los intereses de petroleras de EE UU.

Peter Osvald, el alto emisario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Suecia encargado de gestionar la salida de unos 90 ciudadanos de su país que se encuentran retenidos en Irak, no logró hasta ayer ninguna respuesta a su petición, informa desde Estocolmo. Osvald calificó de positiva su primera conversación con el vicecanciller iraquí, Nassar Hamdom, pero sin revelar su contenido. Al mismo tiempo rehusó responder sobre una versión que ha circulado insistentemente en el sentido de que, además de su misión específica, llevaría otra, presumiblemente encomendada por EE UU y relacionada con la situación de todos los extranjeros retenidos en Irak.