Bomberos, con bigote y gafas oscuras

Las investigaciones en gemelos genéticamente idénticos, fenómeno que se da en aproximadamente uno de cada 240 nacimientos en que un óvulo fecundado se divide durante el desarrollo dando lugar a dos embriones, son especialmente valiosas para los científicos. Si los gemelos han sido adoptados al nacer por familias diferentes y criados por separado, son una herramienta única para separar los muy entrelazados efectos de la naturaleza y educación.

El equipo del psicólogo Thomas Bouchard ha estado investigando parejas de gemelos en todo el mundo desde 1979 y ha cuantificado la contribución de la herencia genética. Su trabajo ha alcanzado ya gran notoriedad por las similitudes de gemelos separados y posteriormente reunidos.

Jerry Levey y Mark Newman, por ejemplo, son gemelos separados al nacer y no se reencontraron hasta los 30 años. Al reunirse, los dos llevaban bigote y corte de pelo parecido, usaban gafas oscuras de sol de piloto, cinturón con grandes hebillas y llavero también grande. Ambos eran bomberos voluntarios y se ganaban la vida instalando equipos de seguridad. Bebían la misma marca de cerveza y estrujaban la lata al acabarla. Según Bouchard, Jerry y Mark son la norma y no la excepción.

"Cada pareja de gemelos idénticos son como una pieza de música interpretada por dos músicos diferentes", ha comentado el científico. "Se puede tocar la música fantásticamente o mal, pero siempre se reconocerá la pieza porque la naturaleza escribe la partitura. El entorno es responsable de técnica de interpretación".

Pero Bouchard ha advertido que "el hecho de que algo esté genéticamente condicionado no significa que esté grabado en piedra. Si veo un niño con problemas de agresividad, no maldigo a la genética, recomiendo un terapeuta".