Alemania aprueba una nueva ley electoral
El Parlamento panalemán ratiricó ayer el tratado firmaído el pasado 12 de septiembre en Moscú por el que las cuatro potencias vencedoras de la II Guerra Mundial devuelven la soberanía a Alemania. El Bundestag aprobó también una nueva ley electoral destinada a las elecciones generales del próximo 2 de diciembre.
La nueva Ley ha sido necesaria porque el Tribunal Supremo de Karlsruhe decidió que la barrera del 5% mínimo para obtener representación se aplique por separado en la zona oriental y la occidental, facilitando la presencia en el Parlamento de los partidos autóctonos de la antigua Alemania Oriental. Los 144 nuevos diputados provenientes del Este tuvieron que apretarse junto con los 519 miembros del antiguo Parla.mento en el pequeño local provisional, a orillas del Rin, en Bonn, desde donde legisla el Bundestag. De nuevo, al igual que sucediera el jueves en Berlín, en el Reichstag, la presencia de los 24 diputados del PDS, el partido de los comunistas renovados, y en especial de su líder Gregor Gysi, animó la sesión.Los representantes del PDS, sin embargo, votaron todos a favor de la ratificación del tratado elaborado a lo largo de la conferencia dos más cuatro, en el que, entre otras cosas, se salda la cuestión de la frontera oriental alemana, la que le separa de Polonia, que queda fijada en la línea formada por los ríos Oder y Neisser, con lo que definitivamente Alemania pierde Silesía, Pomerania y Prusia Oriental. Tanto el PDS como Bündnis 90 -la coalición de los grupos que surgieron en la revolución de otoño- y los Verdes occidentales criticaron que no se hubiera llegado a una total desmilitarización.
Falta, sin embargo, que los otros cuatro países, EE UU, la URS S, el Reino Unido y Francia ratifiquen el tratado, aunque ya hayan renunciado a cualquier derecho sobre Alemania al suspender sus prerrogativas el pasado día 1 en Nueva York.
La cuestión de la ley electoral, que se había empantanado súbitamente después de que una acción conjunta del PDS, los Verdes y los Republikaner hubiera conseguido que el Tribunal Supremo de Karlsruhe les diera la razón al considerarse perjudicados por la aplicación del mínimo del 5%, fue resuelta también con rapidez. Dado que el razonamiento de la corte suprema se basaba en que los partidos de la extinta RDA merecían un tiempo prudencial para intentar consolidarse, la solución ha sido la de dividir de nuevo Alemania, aunque sea electoralmente, en dos zonas, y para aplicar este mínimo.
Por otra parte, Werner Grossmann, el último jefe de los servicios secretos de Alemania Oriental, fue puesto en libertad ayer tras ser interrogado durante dos días. Seguirá siendo investigado y deberá presentarse cada semana a las autoridades, pero, según el juez, no hay indicios de que piense abandonar Alemania. Su predecesor, Markus Misha Wolf, sin embargo, sí que ha huído, probablemente a la URSS.
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