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CIENCIA

Tabacalera, financia la investigación de mutaciones genéticas inducidas por el humo del tabaco

La posibilidad de sufrir mutaciones genéticas inducidas por el humo del tabaco es una línea de investigación en la que trabaja actualmente un elevado número de científicos en todo el mundo.La evidencia estadística de que sólo el 7% de los fumadores empedernidos llega a desarrollar un cáncer de pulmón (vinculado a la activación de un gen) ha quedado reforzada por el resultado de estudios dados a conocer en los últimos meses en Estados Unidos que relacionan la posibilidad de contraer la enfermedad con una susceptibilidad heredada. En España, una investigación en esta línea utilizando bacterias, se lleva a cabo en el instituto de Investigaciones Citológicas de Valencia, financiada por la empresa Tabacalera, SA.

Las empresas tabaqueras están interesadas en las líneas de investigación que estudian los efectos mutagénicos de los ingredientes químicos del tabaco no sólo para encontrar mezclas menos perjudiciales sino también por llegar a distinguir las personas que no tienen riesgo de contraer cáncer de pulmón a pesar de fumar, según científicos consultados. Un portavoz de Tabacalera, sin embargo, insistió en que sus investigaciones básicas de citogenética, reflejadas escuetamente en la memoria de la empresa de 1988 como investigación e innovación tecnológica se financian con el único objetivo de elevar la calidad del producto.La empresa Tabacalera dedica una cifra media de 450 millones dé pesetas anuales a financiar diferentes ramas de investigación, entre ellas la Creación de nuevas ligas de tabaco de calidad constante y económicamente más rentables, y el estudio de aromas.

25 condensados

Los experimentos sobre mutaciones se realizan en él Instituto de Investigaciones Citológicas de Valencia, dirigido por Santiago Grisolía y financiado por la Caja de Ahorros de Valencia, utilizando un modelo bacteriano. Allí el investigador Manuel Blanco dirige un grupo de cinco expertos que estudian las mutaciones inducidas por 25 condensados de humo en la estructura de los genes de la bacteria SaImonella typhimurium. Los condensados de humo proceden de distintas mezclas de tabaco y los investigadores desconocen la naturaleza y origen de las mezclas. Los resultados específicos de estas investigaciones no se hacen públicos, aunque sí otros de experimentos relacionados.La colaboración entre el citado instituto y Tabacalera comenzó en 1983. "La idea de colaborar con Tabacalera", explica Blanco, "surgió como producto de una aproximación de los intereses de ambos organismos, y desde entonces no hemos perdido el contacto. La relación ha sido mutuamente enriquecedora y pensamos que continúe en el futuro". Las bacterias son por su relativa simplicidad, un buen modelo para estudiar las mutaciones que se producen en el ADN (genes), al aplicar distintos agentes externos. También el sistema resulta muy sensible, ya que se pueden detectar diferencias en la respuesta a los condensados.

La acción de los distintos condensados sobre las bacterias se evalúa, cuantitativamente. Para ello se determina el número de mutantes que se inducen en cada cepa, según los miligramos de condensado de humo empleado. Hay mezclas que inducen menos mutaciones que otras y en este sentido, son consideradas por Tabacalera como de mayor calidad para su posible utilización en la elaboración de productos de consumo humano.

Relación con la dieta

Otra línea de investigación desarrollada en este centro de investigación en relación con Tabacalera, estudia en el mismo modelo bacteriano distintas sustancias capaces de neutralizar o disminuir el efecto mutagénico. "Son elementos presentes en la dieta", especifica Blanco, "cuyo consumo atenúa los efectos mutagénicos inducidos en la población bacteriana por los concentrados de humo". Estudios de citogenética realizados en otros países tienden a pronosticar qué fumadores son más propensos a desarrollar enfermedades pulmonares, relacionadas con el consumo de tabaco. Según el investigador norteamericano Theodore L. McLemore, el hecho de que sólo el 7% de los fumadores empedernidos desarrolle un cáncer de pulmón, puede atribuirse a la activación de un gen humano conocido como CYP1A1

El gen CYP1A1 produce una enzima que transforma los hidrocarburos aromáticos contenidos en el humo del tabaco en sustancias capaces de dañar el ADN (genes). Según la opinión de los investigadores, sin la acción de este gen, los hidrocarburos permanecen en el organismo como sustancias potencialmente dañinas pero incapaces de inducir, por sí solas mutaciones en el ADN y desencadenar un proceso patológico.

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