Aburrirmento y desorden
La segunda jornada del Festival solamente ha vuelto a deparar, al igual que la anterior y la de inauguración, aburrimiento y desorden, por ese orden.Como todavía no le ha tocado el turno a las escasas cintas españolas seleccionadas, son escasísimos los actores, actrices o directores aquí presentes. Como las películas extranjeras exhibidas hasta ahora en la sección oficial tampoco daban mucho de sí, las figuras del cine que podían haber caído por Sap Sebastián -Fanny Ardant o Anna Schygula, no más- tampoco han querido dar la cara por una película, la suya, en la que no creían.
Ha sido a base de jóvenes aprendices o viejas glorias -Matthew Broderick, Matt Dillon, Cyd Charisse-, como el festival se ha cubierto de momento.
En cuanto al desorden, primero fue en la noche del viernes, durante el homenaje a los estudios Zoetrope. Con el velódromo de Anoeta a rebosar, la proyección se fue retrasando para, definitivamente, acabar pasando Corazonada, de Coppola, en versión original pero sin subtítulos, con el consiguiente cabreo del público. Y ayer tarde fue peor. Se esperaba con impaciencia el encuentro con el director Ken Loach, cuya película Hiddén agenda se proyectaba en una sección especial dentro de la oficial, y se acabó suspendiendo la rueda de prensa porque el autor no había llegado aún, a pesar de que es miembro del jurado internacional, que tiene que ver todas las películas a concurso.
Además, Hidden agenda puede provocar en Euskadi variadas reacciones. Es un thry1ler político que, casi en tono documental, denuncia la labor de los servicios secretos militares británicos, del M-5, en la represión contra los católicos militantes del IRA.
También aparecen las diversas maniobras secretas, o sea, sucias, contra líderes políticos no afines a Margaret Thatcher. La película obutvo premio especial del jurado en el festival de Cannes.
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