La legislación sobre el aborto obstaculiza el tratado de unificación alemana
La cuestión del aborto se ha convertido en el mayor obstáculo para el tratado de unificación entre las dos Alemanias. La reunión convocada el domingo por la noche por el canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Kohl, con los líderes de los partidos políticos con representación parlamentaria acabó sin que se hubiera llegado a un acuerdo sobre el tema.Mientras que en la República Democrática Alemana el aborto es libre durante los tres primeros meses de gestación, en el Oeste, la ley es mucho más restrictiva, al ser muy similar a la española e incluso ser aplicada en sentido mucho más estrecho. En Alemania Occidental una mujer que quiere abortar debe someterse primero a un consejo compuesto por autoridades de su localidad y posteriormente un médico debe certificar que la intervención es necesaria para salvaguardar la salud de la mujer.
La decisión salomónica tomada por los redactores del tratado consistía en establecer un plazo de dos años en el que las leyes de ambas Alemanias permanecerían vigentes, mientras se debatía una futura ley única. Pero Kohl, presionado por la derecha de su partido y por la ofensiva de la Iglesia católica aceptó incluir una cláusula por la que las mujeres sólo podrían abortar en su localidad de residencia.
Esta restricción le ha hecho enfrentarse incluso con las diputadas liberales, en coalición con la democracia cristiana en Bonn, y que han amenazado con derrotar al partido del canciller en el Bundestag y boicotear el tratado si se mantiene la cláusula por la que se considera delito susceptible de cárcel el que una mujer de la RFA se aproveche de las leyes más liberales sobre la interrupción del embarazo de la RDA.
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