EE UU desmiente estar al frente de una campaña contra Cuba

Estados Unidos protestó ayer oficialmente por las acusaciones de Fidel Castro, efectuadas el pasado jueves, en el sentido de que Washington está "orquestando una campaña política internacional contra Cuba".Un portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, explicó que la Administración norteamericana rechaza "el intento de Cuba de exportar sus problemas internos a Estados Unidos animando a los cubanos que lo deseen a salir del país".

"Los problemas de Cuba sólo se pueden resolver a través de un proceso democrático y libertad de expresión", comentó el portavoz, quien dejó muy clara la postura de Estados Unidos en el tema de inmigración: "Los cubanos que deseen abandonar su país deberan hacerlo de acuerdo con los procedimientos pertinentes, es decir utilizando el acuerdo de inmigración que ya existe entre ambos países".

En este sentido, Boucher recordó que Cuba tiene un acuerdo con Estados Unidos y que su cumplimiento es la única vía para la concesión de nuevos visados.

"Un millón de cubanos estaría dispuesto a salir hoy mismo de la isla de Cuba si Estados Unidos y algunos países europeos decidieran concederles asilo", explicó ayer a EL PAÍS, Tom Boswell, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Miami y experto en temas cubanos.

Boswell, que se mostró sorprendido por el anuncio de Castro de autorizar la salida de las personas que consigan visados de residencia en el extranjero, estimó que en círculos académicos se considera que "uno de cada diez cubanos desea salir de la isla y venir a EE UU", pero relacionó el número de los posibles refugiados con el interés de Washington en recibir una nueva oleada de inmigrantes cubanos.

"Estamos ante una nueva oportunidad de Castro para librarse de los disidentes, lo que le serviría para dar un cierto receso a los graves problemas económicos que está atravesando", declaró Boswell.

Este profesor cree que la gran popularidad de Fidel Castro entre el pueblo cubano se basa en "simple propaganda". "Castro continúa siendo la figura legendaria de una revolución legendaria y los cubanos comienzan a idolatrarle en la escuela", comentó Boswell, que comparó el carisma "artificial" de Castro con el alcanzado en China por Mao.

En Miami se piensa que los días de Castro en el poder están contados y la capital de Florida ha comenzado a prepararse ante la posible llegada de una nueva oleada de inmigrantes como la registrada en 1980, cuando se contabilizó la entrada de 127.000 cubanos, según reconocen los líderes de las principales asociaciones de refugiados cubanos. De hecho, desde primeros de año, Florida ha recibido a unos 200 refugiados cubanos que alcanzaron las costas norteamericanas en botes y canoas.