Comienza a prepararse en Valencia un nuevo congreso de intelectuales para 1991

El debate sobre la posibilidad de un nuevo contrato social, que incluya aspectos como la solidaridad entre países ricos y pobres, la creación de un nuevo orden ecológico mundial y la convivencia plural de razas y culturas centrará la celebración de un nuevo congreso internacional de intelectuales -el tercero tras los celebrados en 1937 y 1987- que tendrá como sede la ciudad de Valencia en noviembre de 1991. Los preparativos del encuentro, organizado por la Generalitat y el Ministerio de Cultura, se iniciaron ayer en una reunión a la que asistió una quincena de representantes del mundo cultural.La idea de Ricardo Muñoz Suay -participante en el congreso celebrado en 1937 y organizador del celebrado en 1987- de dedicar el tercero de estos acontecimientos a la discusión sobre un nuevo contrato social, que amplíe la herencia de la Ilustración y de los ideales de libertad, igualdad y solidaridad que han servido de referencia en la organización de la sociedad a lo largo de dos siglos, fue bien acogida por los participantes en una reunión de representantes del mundo intelectual celebrada ayer en Valencia.

La reunión con el conseller de Cultura, Antoni Escarré, a la que asistieron, entre otros, Joan Fuster, Joaquín Arango, Ricardo Muñoz Suay, Josep Marla Castellet, Reyes Mate, J. F. Yvars, Joan Romero y Ernest Lluch, sirvió para centrar los temas a debatir en el tercer congreso internacional de intelectuales, definir algunos criterios de organización y fijar la fecha de su celebración.

Con una participación de cerca de 80 intelectuales procedentes de todo el mundo, está previsto que el acontencimiento se celebre en noviembre de 1991. Su financiación correrá a cargo del Ministerio de Cultura y de la Consejería de Cultura de la Generalitat valenciana. La Universidad Internacional Menéndez Pelayo, cuyo rector, Ernest Lluch, y su director en Valencia, Joan Romero, asistieron a la reunión de ayer, aportará su infraestructura a la organización del encuentro.

El protagonismo de los nacionalismos en el panorama de la política internacional, el papel de las religiones y la nueva situación creada por el desmoronamiento de los regímenes comunistas del Este de Europa son otros asuntos que se manejan en la preparación de este tercer encuentro de intelectuales, cuyo objetivo es superar el análisis del celebrado en 1987.

Aquella reunión, polémica y acalorada, dedicó una buena parte de sus trabajos a la crítica del estalinismo y los sistemas comunistas, de igual manera que el de 1937 fue un congreso de marcada militancia antifascista.