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Tumbas NN (desconocido)

Sospechas en Chile de que unos restos óseos hallados en terreno militar pertenecen a comunistas desaparecidos en 1976

Tres familias chilenas reviven el dolor que sintieron en 1976, durante la dictadura de Pinochet, cuando el ex diputado Vicente Atencio, el constructor Eduardo Canteros y el estudiante José Flores, todos comunistas, fueron detenidos y desaparecieron. Hoy existen presunciones fundadas de que la identidad de tres restos óseos hallados en marzo en un terreno que perteneció al Ejército hasta 1980 corresponden a Atencio y Canteros. La certeza es menor sobre que el tercero sea Flores. Si la justicia no lo identifica, el cuerpo será sepultado como NN (desconocido).

"Se acaba parte de mi vida. Yo sé que ahí lo pierdo. En ese momento me voy a percatar de que no lo veré nunca más", dice la esposa de Cantero, María Gormaz, sobre la posibilidad de que sean identificados los restos como de su esposo. "Dios quiera que sean los restos de mi hermano, para darle sepultura", afirmó Pedro Atencio, hermano del ex diputado.El drama coincidió con la 10ª Semana Internacional por los Detenidos Desaparecidos Digentes políticos pidieron al general Augusto Pinochet y al senador designado Sergio Fernández, ex ministro del Interior de la dictadura, que den antecedentes.

La amnistía de 1988 cubre este tipo de casos, según las Fuerzas Armadas. Los jueces la han usado para cerrar procesos por desaparición. Pero el Gobierno de Patricio Aylwin estima que la Justicia debe investigar qué ocurrió y los organismos defensores de los derechos humanos sostienen que la desaparición de una persona es crimen que no prescribe.

Los tres fueron detenidos en 1976. Sobre Atencio no hay datos: un día salió al trabajo, no volvió y luego fue visto en un campo de torturas. En las detenciones de Canteros y Flores hubo testigos y, en el último caso, la placa del automóvil de los captores era de la Armada.

Contra toda lógica

"Los familiares de los desaparecidos, contra toda lógica pero de forma muy humana, siempre han tenido la esperanza de encontrar a alguno con vida, recluido o como sea. Por eso el hallazgo de los cuerpos es como una segunda muerte: el fin de la esperanza", afirmó Rose Marie Bornand, abogada de la Vicaría de la Solidaridad de la Iglesia Católica.Los cuerpos, uno desnudo y dos con jirones de ropa, fueron hallados cerca de Colina, a 25 kilómetros de Santiago, en terrenos que fueron del Ejército hasta 1980. Aunque la Policía levantó los restos sin cuidado, la recopilación de antecedentes antropomórficos de los desaparecidos, hecha por sus parientes durante la dictadura, permitió avanzar en la identificación. De los 683 desaparecidos que constan en la Vicaría -fuentes de derechos humanos elevan a 1.000 el número-, la Agrupación de Detenidos Desaparecidos reunió las fichas dentales de 400. Antropólogos y forenses las descartaron una a una, hasta llegar a 30 identidades posibles. José Flores carecía de ficha dental previa.

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Dos kilómetros de terreno aledaño al muro del hallazgo fueron examinados y la Vicaría deberá ampliar la excavación En las cercanías, según testimonios de desertores de los aparatos de seguridad del régimen anterior, fueron ejecutados otros detenidos. Con estos tres casos, subió a 52 el número de detenidos cuyos cuerpos han aparecido.

Los organismos de derechos humanos esperan, con ansiedad, encontrar nuevos enterramientos clandestinos en la zona.

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