Roa Bastos creará una 'fundación del libro barato' con el dinero del Cervantes

Augusto Roa Bastos anunció ayer, en el Día del Libro, su intención de crear en Paraguay una fundación del libro barato con los 10 millones de pesetas con que está dotado el Premio Cervantes. El autor de Yo, el supremo, que el jueves recibirá de manos del rey Juan Carlos el Premio Cervantes, hizo público este proyecto en un encuentro con periodistas celebrado ayer en el Ministerio de Cultura para festejar el Día del Libro.

"Tanto en mi país, Paraguay, como en otros de Latinoamérica la gente no puede leer por el precio altísimo de los libros y porque la industria no produce libros útiles y necesarios para nuestras colectividades", afirma Roa Bastos."El Premio Cervantes me da la posibilidad de organizar una fundación del libro barato para Paraguay, y se va a llamar Fundalibro Cervantes. Ésta es la mejor función que puede cumplir, para mí y para mi país, el Premio Cervantes, que es el premio más importante que me han dado en mi vida".

El escritor, que lleva una semana en Madrid y Alcalá de Henares -donde el jueves recibirá el Premio Cervantes- participando en continuas conferencias de prensa y actos en su honor -hoy, miércoles, se inaugurará en la Biblioteca Nacional una exposición dedicada a su obra-, dijo ayer: "La profecía siniestra de Mac Luhan respecto al libro estoy muy contento de que no se haya cumplido".

"Todavía hoy", manifiesta Roa Bastos, "el libro sigue siendo el punto central de la comunicación cultural y la memoria escrita de nuestra especie, en la que se van registrando todas las experiencias de nuestros tiempos".

Una oportunidad

Respecto al ofrecimiento que le ha hecho la Universidad de Alcalá para que acepte una cátedra de Literatura, lo que conllevaría que el escritor viviera en dicha ciudad, el escritor todavía no ha dicho sí, aunque todo parece indicar que éste será su pronunciamiento."A veces, la vejez [72 años cumplidos] tiene posibilidades que no son ilusorias", explica Roa Bastos. "El Cervantes no me va a cambiar la orientación de mi vida, pero sí abre posibilidades inéditas para un escritor de obra escasa como soy yo, que produce solamente por necesidad y que no soy escritor profesional, sino artesanal. Es cierto que el Cervantes me brimda la posibilidad de quedarme a dar clases en Alcalá".

El creador de Hijo del hombre y Yo, el supremo, que ha sufrido en sus propias carnes la dureza del exilio y, con su propia vida, ha dado ejemplo del compromiso del intelectual con la sociedad, afirma que la posición del intelectual siempre debe estar basada en el rigor y la humildad.

"Ambos, el rigor y la humildad, son necesarios para penetrar en este mundo contemporáneo que en pocos meses está produciendo fenómenos que en otras épocas tardaban siglos", dice refiriéndose a las transformaciones de los países del Este.

"Mi opinión es favorable a la autenticidad de las propuestas que cada ciudadano pueda tomar. Por ejemplo, Mario Vargas Llosa ha asumido el rol de incorporarse al campo de la política activa, y es aceptable que lo sienta así. Me parece bien, al margen de sus ideas políticas que él defiende". "Yo creo", continúa Roa Bastos, "que el deber de un escritor es producir valores culturales y, que lejos de estar asistiendo al crepúsculio de las ideologías, estamos en el nacimiento de una nueva época y de nuevos sistemas ideológicos de comprensión de la vida".