La guerra de los marcos
"2 DM por 1 DM", decía la pancarta portada por una atlética ama de casa de Berlín Este que se manifestó ayer, junto con otros miles de sus conciudadanos, ante las puertas de la Cámara del Pueblo, donde se reunían sus representantes recién elegidos. A primera vista, el cartel parecía despistar a los allí presentes, que sólo sonreían al darse cuenta de que había alguien que iba aún más allá que ellos mismos, ya que esta ciudadana no estaba sólo en contra de la propuesta del Bundesbank de reducirles su dinero a la mitad, sino que deseaba que se les doblaran los ingresos.Las manifestaciones, baistante numerosas, tuvieron lugar, además de en Berlín, en Leipzig, Rostock y Dresde. Mientras tanto, en Bonn, el Gobierno del canciller Kohl intentaba tranquilizar a los alemanes orientales, algo abrumados por la reacción visceral contra la propuesta del Banco Central de cambiar tan sólo un marco occidental por cada dos de sus devaluados marcos y por la sensación de miedo que se ha apoderado de los ciudadanos de la RDA.
Los ministros de Hacienda, Theo Waigel; de Economía, Helmut Haussmann; de Cancillería, Rudolf Seiters, y el portavoz del Gobierno, Hans Klein, no acabaron, sin embargo, de aclarar cuál será finalmente la forma en que se producirá la unión monetaria entre las dos Alemanias, aunque confirmaron que tendría lugar antes de las vacaciones. Según Walgel, el tratado será firmado en mayo, y las coriversaciones entre los dos Gobíernos se iniciarán el próximo día 17. "Mientras tanto", dijo, "no tenemos nada que decir hasta que iniciemos las conversaciones.
El periódico de Múnich Suddeutsche Zeitung publicó un resumen del futuro tratado entre los dos Estados, que consta de 50 páginas y en el que Bonn exige al Gobierno de la RDA que renuncie totalmente a su soberanía en política económica, monetaria y social. Según este tratado, tanto el Bundesbank como los ministerios de la RFA implicados en estas áreas tendrán derecho a imponer sus decisiones en la RDA.
