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Carmen Romero traduce a Valerio Magrelli, un poeta de la más joven generación italiana

'Ora serrata retinae', su primer poemario, tiene tres ediciones italianas y aparecerá en octubre en EE UU

Valerio Magrelli (Roma, 1957) pertenece a la más joven generación de poetas italianos, y dentro de ella "es considerado el más importarte", en opinión de Enzo Siciliano, crítico literario que en la edición italiana de Ora serrata retinae escribió un breve prólogo. Ahora ese libro aparece en español en versión de Carmen Romero, profesora de literatura, diputada y esposa del presidente del Gobierno, la cual leyó la primera edición (1980) e inmediatamente se interesó por traducirlo. La edición española, de Visor Libros, es bilingüe y se acompaña de un prólogo de la traductora.

Valerio Magrelli se muestra sorprendido por la expectación levantada en España por su libro, que no se le oculta corresponde en gran parte a la personalidad de su traductora, a quien este periódico no pudo localizar ayer. "Conocí a Carmen Romero en la Embajada de España en Roma en una reunión a la que asistieron otros muchos escritores italianos. Me la presentó un gran poeta que desgraciadamente ha fallecido hace unas semanas, Giorgio Caproni. Posteriormente hemos revisado la traducción, de la que estoy muy satisfecho, doblemente porque aparece antes que la americana, que estará concluida en octubre".Magrelli ha publicado únicamente dos libros, Ora serrata retinae y Venture venature: el primero de ellos, editado por Feltrinelli, ha tenido hasta ahora tres ediciones, y el segundo, editado por Mondadori, está teniendo un éxito notable. "Se puede decir que en Italia hay un auge de la poesía desde el año 1975. Ahora coexisten muchas tendencias. No existe una escuela. Para mí, esto es muy positivo porque dota al poeta de una extrema libertad".

El arco voltaico

Él se considera miembro de la "generación del libro de bolsillo", y se encuentra cómodo en la cultura nómada característica de nuestro tiempo. "Quiero hacer una poesía donde se une la imagen y el pensamiento. Para mí es muy importante el por qué nace un texto, en mí se da siempre una superposición entre una situación privada y una reflexión, un juego entre la máxima frialdad y el máximo calor. El poeta ha de ser un híbrido entre un sacerdote y un inventor de crucigramas, Y el poema, una sopa de letras y un rito, simultáneamente; dos cosas que son completamente diferentes. Las letras son la piedra de la poesía. Se puede decir que la poesía se produce en un arco voltaico. No se debe olvidar nunca la polaridad".

Estudioso y traductor de la literatura francesa, Magrelli confiesa que a ella y a la literatura alemana debe su formación básica, aunque lamenta "el desconocimiento que existe entre España e Italia; el hecho de que, por ejemplo, obras como La celestina o La regenta hayan sido traducidas muy recientemente".

Lamenta esto doblemente porque es muy partidario de "conquistar las tradiciones del otro. Cada escritor debe inventarse un padre. No sólo en literatura. Soy licenciado en Filosofía. El lenguaje de la filosofía, desde un punto de vista literario, es muy interesante por el contraste que se produce entre una escritura muy fría, muy racional, y el material doloroso y sensible del que en ocasiones se ocupa. Pienso en Berkeley cuando habla del dolor humano, por ejemplo".

"Me entusiasma el hecho de haber sido traducido en España. Aunque desconozco su literatura contemporánea, pienso que estamos cerca de un mutuo reconocimiento. Mi situación es la típica del intelectual italiano que se ve arrastrado por la moda de la literatura centroeuropea".

Poesía lacónica

Pere Gimferrer conoció la obra de Magrelli a través de Carmen Romero. "Fue ella quien me dio los dos libros de Magrelli, y ya entonces me dijo que estaba traduciendo el primero de ellos. Magrelli está en la tradición de la poesía lacónica italiana, en la línea de Montale o Ungaretti. Es un poeta muy sólido que construye versos concisos, muy esenciales, con imágenes reverberantes".

Enzo Siciliano, crítico literario y autor del prefacio de la edición italiana de Ora serrata retinae, conoció los primeros versos de Magrelli cuando éste, en 1977, le envió algunos con intención de verlos publicados en la revista Nuovi Argumenti. En aquel entonces ya le sorprendió "el rigor de la forma y una dolorosa densidad expresiva".

Carmen Romero, en el prólogo a la edición española, apunta brevemente los temas del poeta, y sólo se permite la opinión como desarrollo de una idea del propio Magrelli. "Reflexión aparte merecen todas aquellas que se refieren a las escritura. La palabra como una barca sigilosa que se va, la escritura como la última para da de los objetos antes de su desaparición o como cerámica rota que se recoge en el cementerio del pensamiento. Todo está enfocado desde la perspectiva de la ausencia. Hasta el poeta teme desaparecer, objeto entre lo s objetos. De ahí su pasión por un conocimiento que sólo le devuelve sombras".

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