Tápies ofrece a Barcelona una atrevida escultura que culmina el edificio modernista de su fundación

El artista Antoni Tápies inauguró ayer, con el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, y el responsable de Cultura de la Generalitat, Joan Guitart, la escultura Núvol i cadira (Nube y silla), que corona el edificio modernista Montaner y Simón, sede de la Fundación Tápies, cuya inauguración está prevista para mayo o principios de junio de este año y que albergará la colección del artista, contendrá una biblioteca especializada en orientalismo y acogerá exposiciones y debates de arte contemporáneo. Los creadores y políticos presentes en la ceremonia destacaron la osadía y la modernidad de la intervención de Tápies, que recupera y da una nueva dimensión al primer edificio industrial modernista construido en el centro de Barcelona.

La escultura Núvol i cadira de Tàpies quedó ayer incorporada al patrimonio monumental de Barcelona. Se trata de una, atrevida estructura abstracta, de tubo de aluminio anodizado y tela metálica de acero inoxidable ideada por el artista e instalada bajo la dirección de Pere Casanovas, cuyas características -24 metros de largo, 12,70 de altura, 6,80 de profundidad, 2.750 metros de recorrido de tubo y 1.250 metros cuadrados de tela metálica- describió este diario hace dos semanas y que fue alabada ayer por su modernidad y osadía por los creadores y políticos presentes en la inauguración. Núvol i cadira culmina la reconstrucción de la casa Montaner y Simón realizada por los arquitectos Roser Amadó y Lluís Domènech.El pintor Antonio Saura, amigo y coetáneo de Tápies -y preocupado, al igual que el artista catalán, por las dimensiones éticas, sociales y humanísticas del arte-, dijo a este diario: "La escultura y la reforma arquitectónica me parecen intervenciones formidables para un edificio tan bello como la Fundación Tàpies, una entidad en la que cristalizan elevados criterios morales y estéticos

Poética de la materia

"l_a escultura que Tàpies ofrece hoy a Barcelona", explicó Saura, "me parece la coronación de la tenacidad y la coherencia de un artista inserto en la modernidad y enraizado en su ciudad y su país. Esta nube de aluminio se inscribe en una poética de la materia que es una constante en la obra de Tàpies".El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, tras agradecer al artista y a su esposa, Teresa, el impulso para crear la fundación, citó a los arquitectos reconstructores del edificio y a Miquel Tàpies, hijo del artista y director de la entidad, y dijo que Barcelona no tendrá nunca un edificio y un museo tan importantes, tan bellos y a un coste tan reducido como éste". Maragall calificó la escultura inaugurada ayer como Iuminaria de la ciudad" y vaticinó que se convertiría "en uno de los símbolos de Barcelona". El Ayuntamiento ha aportado unos 600 millones de pesetas a la construcción del edificio.

El conseller de Cultura, Joan Guitart, cuyo departamento deberá contribuir con subvenciones a las actividades de la fundación, dijo que éste "es un marco adecuado para la obra de este gran artista, de esta gran persona y de este personaje que es Tàpies".

Modernismo y modernidad

El arquitecto Oriol Bohigas señaló, por su parte: "La escultura es fantástica; será difícil que se convierta en un símbolo precisamente por s as mayores cualidades: es etérea, sofisticada y casi inmaterial, es una intervención de modernidad en este edificio, que es uno de los hitos de la arquitectura industrial modernista barcelonesa". Bohigas recordó: "La primera vez que entré en esta casa, en 1954, fue para hacer una monograflia en un número de Cuadernos de Arquitectura dedicado a Domènech i Montaner. Es espléndido ver hoy esta arquitectura recuperada y enriquecida para la ciudad".El responsable del área de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Ferran Mascarell, definió el impulso a la fundación y la emblemática escultura como "un acto de voluntad y de osadía creativa de Tàpies" y destacó que "cualquier ciudad del mundo se sentiría orgullosa de un centro cultural como éste".

Daniel Giralt-Miracle, director del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, dijo que la escultura "es una obra fundamental de Tàpies, en la que la interacción entre su modernidad y el modernismo del inmueble producen un gran impacto visual. El atrevimiento en el gesto y la identidad inconfundible del trazo de Tápies se trasladan al voluman sin perder intensidad".

Rosa María Malet, directora de la Fundación Miró, calificó el proyecto impulsado por Tàpies como "un centro artístico y cultural de primer orden" y valoró la escultura como "un nuevo horizonte de modernidad en el paisaje urbano barcelonés".

La restauración de la casa Montaner y Simón, realizada por Roser Amadó y Lluís Doménech, no sólo preserva la estructura original del edificio y conserva para la biblioteca del mismo las estanterías construidas para la antigua editorial, que alojarán la biblioteca, sino que potencia la entrada de luz natural en sus espacios e incorpora elementos como la excavación de su sótano en el que se situarán espacios de exposición (la fundación dispone de 1.135 metros cuadrados para exposiciones, sobre una superficie total de 3.713 metros cuadrados), los almacenes y los locales de conservación del fondo artístico y, por otra parte, ocho paneles en la planta baja del edificio, que no sólo servirán como soporte de obra, sino que constituyen sistemas integrados de climatización, iluminación de cuadros, luces de emergencia y refuerzo estructural de las columnas de hierro modernistas del inmueble.