Espiral de pangermanismo en Leipzig
La ya tradicional concentración de los lunes en Leipzig se convirtió esta semana en una portentosa manifestación en favor de la unificación alemana y en contra de la existencia de un Estado socialista alemán soberano. Los intentos de Kohl de capitalizar la cuestión alemana en su campaña electoral, comenzada ya extraoficialmente, y su obstinada negativa a reconocer las fronteras europeas ratificadas en la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), han provocado ya una espiral de pangermanismo, en gran parte agresivo e intolerante, en sectores de la población de la RDA.
Arreciaron con fuerza los gritos anticomunistas y la exigencia de castigo contra "la mafia del SED (partido comunista)". Se pidieron represalias contra los miembros de la policía política (Stas¡) y se evocó a la República Federal de Alemania y en especial al canciller Helmut Kohl, como grandes salvadores de todos los males que aquejan a la sociedad de Alemania oriental. Por primera vez, se reivindicaron además, si bien aún de forma indirecta, territorios no alemanes desde el final de la II Guerra Mundial.
Unas 100.000 personas realizaron el recorrido habitual de estas manifestaciones que fueron el detonante de la revolución democratizadora en la RDA y del fin del monopolio comunista del poder. No se produjeron incidentes pese a una gran crispación entre partidarios y adversarios de la unidad alemana que relegó a un segundo lugar todas las demás cuestiones políticas como la democratización y las elecciones libres.
"Rojos fuera"
Los coros de "!Rojos fuera de la manifestación!" se alternaban con el "Deutschland, Deutschland". Algunos jóvenes portaban banderas alemanas en las que estaban dibujados sin frontera interna los contornos de las dos Alemanias y con trazos punteados los antiguos territorios alemanes que hoy son de Polonia y la Unión Soviética, como Silesia, Pomerania y Prusia oriental.
Los grupos que abogaban en pancartas y coros por una RDA independiente y soberana sucumbieron pronto bajo lemas como "Alemania, somos un pueblo" y "Unidad, derecho y libertad".
Sin incidentes pese a la gran tension entre los dos frentes que se están creando a marchas forzadas en toda la RDA, los adversarios y los partidarios de la unidad alemana. Estos últimos son ya, al menos en Leipzig, clara mayoría.
Miembros de los grupos democráticos de oposición que intentaron hablar en la plaza Carlos Marx en contra de la unificación y por la supervivencia de una RDA soberana fueron acallados a gritos por una gran multitud que enarbolaba banderas de la RDA con el escudo oficial recortado del centro, banderas tricolores alemanas y grandes pancartas pidiendo la inmediata unión de los dos Estados.
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