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HACIA UNA NUEVA EUROPA

La URSS condena la invasión Checoslovaquia en 1968

Pilar Bonet

La URSS y los cuatro países aliados del Pacto de Varsovia que participaron en la invasión militar de Checoslovaquia en agosto de 1968 hicieron ayer un acto de contrición con más de 21 años de retraso y condenaron aquella acción -que fuera el máximo exponente de la llamada doctrina Breznev- como una "injerencia en los asuntos internos" de aquel país soberano. La condena se realizó por partida doble, en un comunicado conjunto de los Gobiernos de Bulgaria, Hungría, la RDA, Polonia y la URSS, y otro por separado del Gobierno soviético.

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Unos aliados singulares

Ambos surgieron de la reunión de dirigentes del Pacto de Varsovia, que Mijail Gorbachov había convocado en Moscú para informar a los máximos líderes de los países aliados de los resultados de la cumbre de Malta con el presidente norteamericano, George Bush.En el comunicado de condena conjunto se afirma que la invasión de Checoslovaquia interrumpió el proceso de renovación socialista que tenía lugar en aquel país y tuvo consecuencias negativas de larga duración. "La historia ha confirmado lo importante que es utilizar medios políticos para regular cualquier problema, observar los principios de soberanía, independencia y no injerencia en los asuntos internos en las relaciones entre Estados, incluso en las condiciones internacionales más difíciles".

Desde que el proceso de de mocratización comenzara en Europa del Este, varios países del Pacto de Varsovia, comenzando por Polonia y Hungría, habían condenado ya la invasión En el caso de Rumanía, tal gesto no es necesario, pues Bucarest rechazó desde un principio aquella intervención armada en la que no participó. Tal gesto le valió a Ceaucescu una reputación política internacional que se ha visto empañada en los últimos años en función de la dureza de su régimen, mucho más evidente en un entorno en pleno movimiento.

"Fue un error"

El comunicado del Gobierno soviético, por su parte, señala que la dirección soviética se alió con una de las partes en el conflicto interno que se desarrollaba en Checoslovaquia en torno a un problema que había madurado "La injerencia en los asuntos de un país amigo condujo entonces a una aguda confrontación entre el Este y el Oeste", señala. El comunicado asegura compartir el punto de vista de los dirigentes checoslovacos, según los cuales la intervención del ejército de cinco países socialistas en Checoslovaquia "no estuvo justificada" y la "decisión fue un error".

Mijail Gorbachov condenó la invasión a Checoslovaquia la semana pasada en Milán. El líder había estado en aquel país en 1969 como miembro de una delegación de las juventudes comunistas soviéticas en la que estaba también Egor Ligachov, el miembro del Politburó hoy considerado como el máximo exponente de los sectores conservadores.

El Gobierno checoslovaco quiere negociar con los soviéticos sobre la retirada de las tropas de la URSS de su territorio. Este tema fue abordado ayer en una conversación entre el ministro de Exteriores, Edvard Shevardnadze, y el ministro de Exteriores checoslovaco, Yaromir loganes. Ambos decidieron comenzar consultas sobre este tema y señalaron que la cuestión debe encontrar su solución en el marco del proceso de desarme que tiene lugar en Europa.

La URSS espera que el año próximo pueda ser firmado un documento de reducción de armas convencionales, eventualmente "pocos meses después" de la cumbre entre Gorbachov y Bush en junio en Washington.

Gorbachov explicó a sus aliados que los cambios en Europa del Este ocuparon un papel destacado en sus conversaciones con Bush y que ambas partes estuvieron de acuerdo en la necesidad de garantizar una "estabilidad que no sólo produjera la sensación de seguridad y estabilidad para todos los países europeos sin exclusiones, sino que garantizara el futuro de las estructuras de carácter europeo general en proceso de surgimiento, y por ello, todavía frágiles".

En las relaciones entre el Este y Occidente, Gorbachov consideró importante continuar la disminución del nivel de enfrentamiento militar y respetar las fronteras estatales que existen en Europa. En nombre del realismo, Gorbachov se manifestó a favor de conservar "las alianzas del Pacto de Varsovia y la OTAN", que pueden, según dijo, contribuir a fortalecer la seguridad'europea como alianzas políticas. Gorbachov se entrevistó por lo menos con dos de los dirigentes del Pacto de Varsovia, el jefe del Gobierno de la RDA, Hans Modrow, y el presidente rumano, Nicolae Ceaucescu. Anoche llegó a Moscú el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania Occidental, Hans-Dietrich Genscher, quien se entrevistará hoy con Shevardnadze y Gorbachov.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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