La Cámara del Pueblo de la RDA aprobó el nuevo Gobierno de Hans Modrow
El nuevo Gobierno de la República Democrática Alemana (RDA), presidido por Hans Modrow, tomó posesión ayer, después de que la Cámara del Pueblo le diera su aprobación con cinco votos en contra y seis abstenciones. Por primera vez, el portavoz del Gobierno, Wolfgang Meyer, convocó, junto con seis de los ministros, una conferencia de prensa a la que asistieron medios de comunicación occidentales en la que prometió que se facilitaría la labor de los periodistas -hasta ahora absolutamente controlada- y anunció un nuevo encuentro después del Consejo de Ministros de la semana próxima.
Mientras tanto, millones de alemanes orientales invadían la RFA disfrutando por un segundo fin de semana consecutivo de su recién conquistada libertad para viajar.Alrededor de 50.000 personas acudieron a la convocatoria del grupo opositor Nuevo Foro en la ciudad de Leipzig. Una cifra importante, pero que palidece comparada con los centenares de miles que desde hace más de un mes se concentran cada lunes en esta ciudad del sur de la RDA, centro indiscutible del movimiento de protesta que ha provocado la ola de reformas en el país. Los manifestantes pidieron la dimisión del jefe del Estado, Egon Kreriz, y del encargado de Agitación y Propaganda, Günter Shabowski, a quienes acusan de estar demasiado identificados con el equipo del defenestrado Erich Honecker. La purga de la desplazada gerontocracia podría alcanzar incluso al propio Honecker. En unas declaraciones a un periódico de la RFA, el antiguo jefe de los servicios secretos de la RDA Marcus Misha Wolf, que hace ya tres años que dimitió de su puesto y que últimamente se había significado por sus posiciones reformistas, indicaba ayer que tanto el anterior jefe del Estado como el encargado de Economía Günter Mittag podrían ser sometidos ajuicio "por infringir la ley".
Turismo por política
Sin embargo, y en comparación con la actividad política que florecía en las calles de la RDA, los ciudadanos de este país no parecen muy dispuestos a conceder sus fines de semana a la política y prefieren visitar la otra Alemania, que han invadido por segunda vez desde que el pasado día 9 las autoridades decidieron levantar la prohibición de viajar a Occidente.
En las pequeñas localidades de la RFA cercanas a la frontera se producía una nueva invasión de los pequeños Trabys creando a su paso grandes atascos, hasta la fecha desconocidos por sus habitantes. Lo mismo sucedía en el lado oriental, donde muchos alemanes occidentales pudieron viajar por primera vez desde 1961 y visitar las casas de parientes y amigos que habían quedado dentro ele las llamadas zonas de suguridad que las autoridades de la RDA declararon en numerosos lugares fronterizos. Las hileras de impresionantes automóviles occidentales llenaban las aceras de estas pequeñas localidades cerradas totalmente al mundo, incluso para sus compatriotas, desde hace 28 años.
Según datos del Ministerio del Interior de la RFA, un millón de personas habían pasado a Alemania Occidental entre la medianoche del viernes y las seis de la tarde del sábado.
Sin embargo, ayer en Berlín el viento frío del Norte ayudó a evitar el caos del último fin de semana. Por un lado, las bajas temperaturas hicieron que el número de visitantes descendiera.
La actividad política en la RDA continuó ayer, pese a ser sábado, con la toma de posesión del nuevo Gobierno. Tan sólo uno de los 28 ministros que componen el nuevo Gabinete de la RDA no corresponde a la lista acordada el viernes entre el partido comunista (SED) y los cuatro del bloque.
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