"No se puede ingresar en un hospital para ser curado y salir con el SIDA", afirma el fiscal

El fiscal José María Mena afirmó ayer, al exponer su informe en la última sesión de juicio por las transfusiones de sangre con SIDA de Bellvitge, que "no se puede entrar en un hospital para ser curado y salir con el SIDA en el cuerpo". Mena insistió en que los cuatro acusados tienen una responsabilidad penal que afrontar, ya que provocaron que dos pacientes resultaran afectados por el virus, y añadió que las pugnas internas del centro no podían ser trasladadas a los pacientes con riesgo para su salud", en referencia a la situación de confrontación que existía entre el ex director médico yl os facultativos del hospital. El fiscal exculpó de los hechos a la Generalitat y las defensas solicitaron la absolución de los acusados.

Mena destacó que los cuatro acusados, Josep Maria Capdevila y Fortunato Frías, ex director médico y ex gerente de Bellvitge, respectivamente, y los responsables del banco de sangre, Carme Ferran y Antoni Rubió, pudieron evitar las transfusiones de sangre sin control. Todos ellos conocían la obligación del hospital de practicar las pruebas de detección del SIDA, en opinión del fiscal. Para los tres médicos, el ministerio público pide penas de un año de prisión y ocho meses de arresto, y para el ex gerente uno de prisión y tres meses de arresto. El fiscal retiró la acusación que pesaba contra un cuarto médico del banco de sangre.Las acusaciones son: un delito de imprudencia temeraria con resultado de lesiones y otro de expedición de medicamentos deteriorados. Este último se basa en que el fiscal considera que la sangre es un medicamento, para lo que se basó en una sentencia del Supremo.

Respecto al ex director médico del hospital, Mena indicó que "tenía un dominio real sobre el centro y particularmente para la compra de suministros, como los reactivos necesarios para las pruebas del SIDA". La compra de este material se pospuso durante meses, a pesar de la obligatoriedad de practicar la analítica. Capdevila, además, tenía pleno conocimiento de que la sangre que utilizaba el hospital conllevaba graves riesgos. El fiscal también dio por sentado que el ex gerente pudo evitar que el centro incumpliese la orden de la Generalitat durante cerca de tres meses, desde noviembre de 1986 a febrero de 1987. Por contra, José Luis Vázquez Sotelo, defensor del ex gerente, exculpó a su cliente afirmando que no es responsable de los actos médicos.

El ICS, inocente

Durante las sesiones del juicio, la responsable del banco de sangre, Carme Ferran, manifestó que no pudo solucionar las irregularidades que se producían en su departamento porque no podía cerrarlo, ya que ello hubiera comportado consecuencias peores. Sin embargo, el fiscal argumentó ayer que Ferran tenía otras medidas para sustituir la sangre contaminada o, por lo menos, limitar el número y la cantidad de transfusiones.José María Mena insistió en que el Instituto Catalán de la Salud (ICS) -equivalente autonómico al Insalud- debe hacer frente a las indemnizaciones para los dos enfermos como responsable civil subsidiario. Mena negó que el ICS sea directamente responsable de los hechos.

Javier Ibáñez Garmendia, abogado de ICS, rechazó que la institución tuviese que hacer frente a las indemnizaciones. '

Uno de los dos afectados,que reside en Esplugues de Llobregat, ha hecho llegar al tribunal un documento en el que renuncia a percibir indemnización alguna.

Mena negó que ningún cargo del ICS tuviera conocimiento a través de los acusados de que en Bellvitge se incumpliese la normativa, "por lo menos formalmente, aunque se produjeran comentarios de forma extraoficial", en referencia a las manifestaciones hechas en el juicio por varios responsables de bancos de sangre. Estos insistieron en que el jefe del programa de transfusiones de sangre del Departamento de Sanidad, Enric Argelagués, tuvo conocimiento de las anomalías. Al iniciar el informe, el fiscal puntualizó que con el juicio no se puede "poner en duda el buen hacer y la honorabilidad de los acusados". También destacó el, papel de la Prensa como detonante del procedimiento. "La Prensa, en el ejercicio de su libertad y función, destapó algo que igual hubiera quedado oculto". El juicio quedó ayer visto para sentencia.